Aunque el foco de interés está puesto casi de manera exclusiva en la puja por la Presidencia de la Nación, en las urnas se definirán también otros cargos de alcance nacional que serán clave para que el próximo gobierno pueda llevar adelante su programa.
Además de elegir presidente y vicepresidente el próximo 27 de octubre se ponen en juego 130 bancas de la Cámara de Diputados de la Nación (la mitad del cuerpo) y 24 senadores nacionales (un tercio del cuerpo).
Esta elección que suele quedar relegada a un segundo lugar en los años en que hay Presidenciales lejos está de ser menor ya que definirá la composición del Parlamento con la que deberá gobernar sus dos primeros años el próximo presidente.
La correlación de fuerzas al interior del Congreso definirá si el gobierno de turno tiene libertad para sacar adelante las distintas iniciativas que impulse desde la Casa Rosada o bien si se verá obligado a emprender las siempre arduas negociaciones con la oposición para poder avanzar en su proyecto.
Para que una fórmula presidencial se proclame ganadora, será suficiente con que recoja el 45% de los votos válidos, o bien, el 40%, y, una diferencia de al menos 10 puntos con la que ocupe el segundo lugar.
De no registrarse ninguno de estos dos casos que definen un ganador en primera vuelta se realizará una segunda instancia, el ballotage, entre las dos fórmulas más votadas que se celebrará el 24 de noviembre.
En el caso de los diputados y senadores nacionales la disputa se definirá el27 de octubre. La nueva composición del Congreso surgirá ese mismo día.
En el caso del Senado cada provincia cuenta con tres bancas que se reparten de la siguiente manera: dos para la fuerza más votada y la restante para la lista que le sigue en votos.
El reparto de bancas en Diputados se da por medio del denominado sistema D’Hont, un método de promedio mayor para asignar los escaños creado por el jurista belga Victor D’Hont en 1878.
Fuente: MinutoUno
