La vicegobernadora de Tierra del Fuego mantuvo una postura crítica pero abierta al diálogo sobre la posible instalación de granjas de salmón en la provincia. Destacó las necesidades urgentes en las escuelas fueguinas.
Durante una visita a una escuela en Ushuaia, la vicegobernadora Mónica Urquiza escuchó las demandas de la comunidad educativa y reconoció las dificultades que enfrentan los establecimientos públicos. «Está muy bien que los directivos manifiesten cuáles son las necesidades. Uno no tiene que enojarse por esto, al contrario, a veces hay trámites trabados y si no se conocen, no se pueden resolver», afirmó.
En particular, destacó la precariedad del comedor escolar, que debe atender a 180 alumnos en un espacio reducido: «Tienen problemas con el espacio, pero cuentan con un excelente personal de cocina y maestranza que trabaja con mucho cariño. Nosotros tenemos que buscar la manera de ampliar el lugar».
Respecto al polémico tema de las salmoneras, la vicegobernadora recordó su postura inicial contraria a la instalación de granjas industriales, aunque se mostró dispuesta a reevaluar la cuestión. «Yo firmé el proyecto de prohibición, pero no me niego a que se discuta nuevamente. Si me explican y me convencen de que no habrá daño ambiental y que generará trabajo, lo evaluaré», señaló. Sin embargo, expresó escepticismo: «Tengo mis dudas. No es una actividad común aquí y requiere mano de obra calificada. Además, las condiciones no son las mismas que en Chile».
Urquiza enfatizó la importancia de priorizar debates de fondo, como el desarrollo económico y la educación, sin dejarse arrastrar solo por lo urgente. «Lo importante no puede quedar tapado por lo inmediato. Tenemos la obligación de seguir trabajando en estos temas, escuchando todas las voces, aunque no siempre estemos de acuerdo», concluyó.
Urquiza también se refirió a un robo de computadoras durante la pandemia, que fue parcialmente subsanado gracias a una donación empresarial. «Esto lo fueron resolviendo de manera comunitaria. Destaco el compromiso de las familias y la comunidad educativa, pero no desconozco la responsabilidad del Estado de proveer herramientas para una educación pública, gratuita y de calidad», sostuvo.
