En este contexto de pandemia, la crisis del sector turístico vuelve a ser un tema en agenda para tanto el sector privado como el público. Las declaraciones del titular de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, extendieron un manto de duda y preocupación por la actividad, principalmente impulsado por el retroceso de las fases de flexibilización en la provincia, agravado por la cancelación de vuelos de cabotaje.
Por Néstor Schumacher.- Brisighelli manifestó que las empresas llegarán a diciembre en una “situación muy compleja”. En un diálogo que mantuvo con Radio Provincia, el presidente de la Cámara de Turismo mencionó que solamente se trabajaría en los tres meses de temporada alta (diciembre, enero y febrero), pero en un “modo tipo pausa. Van a haber transcurrido 7 u 8 meses sin ningún tipo de ingreso económico”.
Estima, además, que la mayoría de los empresarios llegarán con reservas de la temporada invernal al verano, pero los ingresos generados en este no les permitirían cubrir costos hasta el invierno. Si hacemos memoria, la temporada de verano de 2019/2020 fue exitosa para la provincia, llegando a picos de 95% de ocupación. Con el virus aun circulando y el país en un pico de contagios que parece de nunca acabar, las perspectivas para una temporada activa en diciembre son escasas, llevando a más de uno a preguntarse si los ingresos alcanzarán siquiera para cubrir los costos.
El problema no sería llegar al verano, sino generar las suficientes divisas para aguantar hasta el invierno. “La mortandad de empresas de turismo se va a dar el año que viene después de marzo, y ese es nuestro gran miedo”.
Desde Tiempo Fueguino, consultamos a Marcelo Lietti, presidente de la Agencia de Desarrollo Ushuaia Bureau, para escuchar su análisis de la crisis del sector turístico.
En declaraciones exclusivas, mencionó que “no vemos un horizonte claro hasta octubre o noviembre, la falta de conectividad impide la llegada de turistas a la provincia. La situación del AMBA es preocupante, que es el principal emisor de turistas para la isla. Tampoco sería viable que Aero-líneas Argentinas mueva sus operaciones comerciales a otro aeropuerto, por el tema de costos y el flujo de pasajeros.” Si a eso le sumamos la imposibilidad de recibir turismo extranjero, dado que las fronteras permanecerán cerradas, es otro 50 o 55% de turistas que no llegarían a Tierra del Fuego.
Para Lietti, tendremos una temporada alta tibia, que también se verá impactada por la falta de cruceros, afectados por el cierre de fronteras. “Ahí hablamos de 120.000 o 130.000 visitantes de los 500.000 totales. Es un ingreso millonario en la ciudad de Ushuaia, desparramado transversalmente en todos los sectores. Esta es quizás la crisis más profunda del sector turístico en su historia, y afecta especialmente a la ciudad por ser uno de los principales puertos de la Argentina”.
Refiriéndose al impacto en los puestos de trabajo que se han visto comprometidos: “hoy ya cerraron más de 6 agencias de viajes, y muchos trabajadores independientes se han visto fuertemente afectados en esa misma línea. Mucha gente y empresas no sólo quebró, sino que hay una gran chance que muchos productos desaparezcan.”
Desde la Agencia de Desarrollo Ushuaia Bureau elaboraron algunas propuestas, en línea con otras provincias como Salta y Mendoza, para buscar aminorar la carga de costos en los comerciantes y emprendedores dedicados al turismo. Desde allí impulsaron una iniciativa para que el Gobierno Provincial brinde una exención del 50% de impuestos provinciales o servicios a quienes no facturan y ese monto vaya en forma de bonos a los trabajadores del sector.
Si vamos al frente nacional, desde el Ministerio de Turismo y Deporte, se hizo presente un proyecto que generaba una especie de crédito por cada compra en el sector turístico, para ser gastado a partir de 2021. La idea era incentivar la compra de paquetes ofreciendo un “extra” que pondría el estado. El proyecto no logró llegar al recinto, dado que la propuesta era muy abarcativa y varios puntos, como la generación de la billetera virtual, no se encontraban del todo desarrolladas. Hay un par de propuestas pululando por Diputados: desde la oposición proponen la quita de cargas impositivas como el impuesto al cheque, parte de ganancias y los anticipos de facturación que suele cobrar la AFIP. Desde el oficialismo también avanza la iniciativa del senador Maurice Closs, que ya cuenta con dictamen favorable de la mayoría. Ahora se buscaría unificar conceptos de los proyectos en una reunión bicameral.
Un dato no menor para todos los empresarios turísticos: la Nación está brindando asistencia económica al sector a través del Fondo de Auxilio y Capacitación Turística. El fondo apunta a agencias de viajes y turismo, alojamientos y hospedajes turísticos, establecimientos gastronómicos y servicios de recreación turística. Otorga un proporcional del sueldo mínimo por empleado por mes, durante seis meses; destinado para gastos operativos, adaptar servicios o promociones. Los formularios de inscripción y bases están disponibles en la web de Ministerio de Turismo y se puede aplicar hasta el 18 de agosto.
Si exploramos el alcance provincial, tenemos el programa PROGRESO, del que hemos hablado en forma extensa en otras editoriales. Si hacemos memoria, el INFUETUR está manejando los casos referidos al sector y desde la web del Gobierno de la Provincia se pueden averiguar requisitos y montos a los cuales se puede acceder.
Analizando la situación, luego de leer declaraciones de los distintos organismos que trabajan en la actividad turística, vemos que el panorama es bastante desalentador para empresas, trabajadores y actividades de contacto indirecto.
La provincia, principalmente la capital Ushuaia, se nutre en su actividad eco-nómica de los visitantes: sin turistas nacionales en el futuro inmediato y sin turistas extranjeros en el mediano plazo, llegar a invierno será todo un desafío para una gran parte de los proveedores del rubro. La temporada invernal fue más un momento de esparcimiento para los fueguinos que un generador de ingresos y, para muchos como los centros invernales, habrá que esperar hasta ju-lio de 2021 para ver ingresos, salvo que adapten su actividad.
Los incentivos económicos son buenos y seguramente aliviarán parte de los costos operativos que tanto afectan a las distintas empresas o trabajadores in-dependientes, pero quedará la incógnita de si es una solución cortoplacista que no tendrá rebote o con una reactivación a nivel mundial se podrá sortear la situación.
