Hoy se cumplen 27 años de la Provincialización de Tierra del Fuego y Tiempo Fueguino entrevistó a Gustavo Blanco que, en ese entonces, se desempeñó como director de información y coordinación en la Convención Constituyente de 1991.
En esta nota nos cuenta cómo se vivieron esos días, los por menores que ocurrieron y anécdotas que quedarán como parte del acervo cultural de la provincia más joven del país.
TF: ¿Quiénes fueron los impulsores de la provincialización?
Con la vuelta a la democracia Tierra del Fuego tenía dos diputados nacionales, el diputado Martin Torres, del partido justicialista, y Adolfo Sciurano, de la Unión Cívica Radical. Ya en plena campaña venían trabajando en los proyectos de provincialización. El primero que lo presentó fue el diputado Torres y enseguida el Dr. Alfonsín ordenó al bloque radical, tanto a diputados como senadores, que hagan lo mismo. Y así se empezó a trabajar para la provincialización. Tuvimos la suerte, de que el 26 de abril de 1990 a la madrugada la cámara de Diputados sancionara lo que se llama la provincia grande, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Y desde allí se comenzaron a desarrollar distinta actividades para logar “la provincia” en 1991.
TF: ¿Cómo fue ese debate?
Muy importante, muchos fueguinos la seguimos por radio, que fue a la madrugada. Cinco concejales de la ciudad Río Grande se trasladaron a la Cámara Diputados y fueron los que impulsaron, porque había dudas si se mandaba archivo o si era la provincia grande o la provincia chica. A las 4:30 o 5 de la mañana se aprobó la ley y ahí nació la nueva provincia de Tierra del Fuego.
TF: ¿Cómo era el contexto social político en aquella época?
No había una situación política complicada, había, como siempre digo, mucho código político, mucho respeto, veníamos de la recuperación de la Democracia, se trabajaba muy bien y así se fue desarrollando y con mucho entusiasmo, porque fue muy bien recibida la provincia a pesar de que algunos decían territorio rico, provincia pobre. Se empezó a trabajar en eso y el presidente Menem, en esa época, convocó al electorado a Tierra del Fuego a las elecciones para los primeros Convencionales Constituyentes de la provincia.
Se eligió a 19 Convencionales Constituyentes, de la ley 23.775 de provincialización, allí resultó ganador el Movimiento Popular Fueguino con 11 bancas, cinco obtuvo el Partido Justicia, dos la Unión Cívica Radical y una el Partido Socialista Auténtico. Ahí se empezó a trabajar y el día 7 de enero del año 1991 en el gimnasio de la Escuela N° 1 se hizo el acto de jura donde participó muchísima gente, más de la que esperábamos y ahí con la mesa provisional de autoridades, con la doctora (Rosa Delia) Weiss Jurado del Movimiento Popular Fueguino como presidente y el Convencional (Alberto Carlos) Revah del Partido Justicialista como secretario, se tomó juramento todos los convencionales.
TF: ¿Entonces vinieron a trabajar a lo que hoy conocemos como la Antigua Casa de Gobierno?
Para nosotros era nuestra casa, la Legislatura Territorial, que acá funcionó todos los años, desde el ´83 hasta que se convirtió en provincia. Aparte había dos legisladores en funciones del territorio, el escribano López Fontana y el Dr. Luis Augsburger que fueron electos por sus respectivos partidos como Convencionales Constituyentes. Se hizo una sesión especial donde pidieron licencia sin goce de haberes y fueron reemplazados; el doctor Augsburger por Correa y el doctor López Fontana por Oyarzo de la ciudad Río Grande.
TF: ¿Cómo vivió usted esos días?
Para nosotros era algo muy especial, porque yo era empleado de la planta de la legislatura y conocía a algunos de los convencionales, a mi hermano (Pablo Blanco), a Luis Augsburger, a Ruggero Preto, a “Carlitos” Pérez, y a nadie más. A doña Elena (Rubio de Mingorance) no la conocía en persona pero después del acto que se hizo la Escuela N° 1 ella me pidió que colaborara y que sea el director y el jefe de todos los compañeros de trabajo. Me nombraron director de coordinación e información de la convención constituyente y así armamos el grupo de trabajo y comenzamos a trabajar. Estábamos desde las 9 de la mañana hasta muy altas horas de la tarde, con personal de taquigrafía en comisiones y estando la cámara en comisión. Así se fue desarrollando toda la tarea y lo primero que se hizo, con la presidencia de doña Elena Rubio de Mingorance y la secretaría a cargo del convencional Revah, por ser el más joven, fue leer todo el reglamento y dar la discusión para empezar a trabajar con el reglamento propio porque eso decía la ley. A partir de ahí se empezó de lleno a trabajar en presentar los proyectos y comenzaron los grandes debates.
TF: ¿Cuáles fueron esos grandes debates?
Hubo muchos, el artículo primero de cómo se iba a llamar la provincia, el tema de los límites, un tema muy importante fue el derecho niño por nacer, el régimen económico. Vale recordar que el Movimiento Popular Fueguino sacó 11 de los 19 convencionales constituyentes, cinco del Partido Justicialista, dos de la Unión Cívica Radical y uno del Partido Socialista Auténtico. Entonces a los convencionales los cargábamos porque siempre salía 11 a 8 la votación. Aunque el 80% de la Constitución Provincial está aprobada por unanimidad, los temas más importantes, el régimen económico y algunos otros que tienen que ver con eso fueron aprobados con los 11 votos del Movimiento Popular Fueguino.
TF: ¿Qué tiene de particular el ejemplar de la Constitución Provincial que tiene usted?
El 17 de mayo del 91 se sancionó y se aprobó, acá en la antigua Casa de Gobierno, y la presidenta nos dio la orden de que hagamos un ejemplar en original con el papel en gramaje especial con el escudo de la República Argentina, uno para cada convencional Constituyente y otro que se le iba a entregar en mano al Presidente de la Nación, el Dr. Carlos Saúl Menen. Así lo hicimos la mandamos la imprenta y uno de los compañeros de trabajo, “Carlitos” Rojas, busco un ejemplar más, lo encuadernó y me lo regaló por la tarea que había hecho. Este original es el que doña Elena después levantó para la jura de la Constitución.
Todo el proceso de la convención fue muy especial, tanto en Ushuaia como en Río Grande, hubo muchísimas discusiones, nunca se faltaron el respeto, aunque a veces se dividían en los pasillos o no tomaban café juntos.
El 17 de mayo se sancionó y promulgó, el 28 la publicamos en el boletín oficial. Hay una pequeña anécdota que muchos no la saben y la voy a contar aunque algunos se puedan enojar. Se fueron todos los convencionales a Buenos Aires a entregar el ejemplar de la Constitución al Presidente de la Nación y decir tenemos la tarea cumplida. Y a mí me encargaron, llevarla al boletín oficial del territorio para que se publique y así sea afectiva. Se la llevé y se la entregué ese día al director de la imprenta Mario Camposano y él me dijo nosotros la tenemos que volver a tipiar, a lo que yo le contesté que de ninguna manera, que copie y pegue. A la hora me llama al teléfono fijo, no había celulares en esa época, y me dice vení urgente que tenemos un problema. Por orden de un alto funcionario del gobierno de ese momento, en el año 91, se prohibió publicar la constitución. Lo que implicaba que no se iba a aplicar y que íbamos a tener grandes problemas. Entonces yo le dije tenemos que hacerla, fui a la madrugada a Casa de Gobierno por la puerta de atrás, él con su gente imprimió y me las llevé en una caja de televisores. Subí caminando por calle Roca hasta un auto, me escondí porque me andaba buscando personal cercano al gobierno. Al otro día a la madrugada hice tres notas en nombre de la convención Constituyente de la provincia de Tierra del Fuego, una dirigida al doctor Serantes Peña Juez Federal del territorio, otra al presidente de la legislatura territorial Walter Agüero y otra al Gobernador del territorio Adrián Fariña, y tenía que usar una estrategia porque me estaban buscando. Así que le llevé primero al Juez Federal, a las 8 de la mañana, después fui al edificio donde funcionaba la legislatura y se la entregué a Walter Agüero y me fui a ver al señor Gobernador. Cuando me vieron entrar por Gobierno, me querían matar, pero se publicó y así tenemos la Constitución de Tierra del Fuego. Fue un momento muy difícil que pasé, pero valió la pena.
TF: ¿Y este ejemplar de la constitución también tiene una historia muy especial?
Sobre este ejemplar juró el pueblo. Como me la habían regalado, y se hizo el acto un primero de junio que creo que fue sábado a las 16hs. Me acuerdo de que cuando estábamos entrando al polideportivo Favale, en la puerta me encontré con el Dr. Raúl Alfonsín y el Senador Dr. Romero Felis, que no lo dejaban entrar así que entraron conmigo. Juraron los convencionales constituyentes y autoridades. Y en ese momento Miguel Fonte grita “el pueblo quiere jurarla” y ahí le dije a doña Elena y ella, levando mi ejemplar de la constitución, le pidió al pueblo que la jurara, eso fue muy emocionante.
