Federico Rayes analizó el potencial acuícola en Tierra del Fuego: costos, sustentabilidad y mercados premium. Destacó el modelo en tierra como alternativa viable, aunque costosa, frente a la producción tradicional en jaulas marinas.
En medio del debate sobre la ampliación de la matriz productiva fueguina, el economista Federico Rayes abordó los aspectos económicos, tecnológicos y ambientales de la acuicultura de peces, una actividad que genera expectativas, pero también interrogantes. Con una mirada técnica, Rayes desglosó las posibilidades de implementación, los costos asociados y los mercados potenciales, destacando la necesidad de equilibrar desarrollo y sustentabilidad.
«Es una buena noticia que como sociedad nos abramos a discutir qué actividades económicas podemos desarrollar. Tenemos una gran trayectoria en manufactura electrónica, pero la realidad de hoy exige un giro de timón», señaló Rayes en FM Master’s. El especialista enfatizó que, si bien la iniciativa privada será clave en la toma de decisiones, el Estado debe trazar una estrategia clara. En ese sentido, recordó que Tierra del Fuego cuenta con la Estrategia Provincial del Sector Agroalimentario (EPSA), que incluye a la acuicultura como una actividad prioritaria.
Sobre los modelos productivos, Rayes comparó el sistema tradicional de jaulas marinas -utilizado en Chile y Noruega- con la alternativa de piletones en tierra (RAS). «Producir en el mar tiene un costo de entre 5.000 y 7.000 dólares por tonelada al año, mientras que en tierra se eleva a 15.000 o 20.000 dólares de acuerdo con las experiencias internacionales», explicó. Aunque el segundo método reduce casi a cero el impacto ambiental, su elevado costo lo limita a nichos de mercado premium. «Es muy difícil competir en escala; nuestro camino sería apuntar a productos diferenciados, sustentables, para consumidores exigentes y de alto poder adquisitivo», afirmó.
El economista citó el caso de Newsan Foods, que ya produce trucha arco iris en el rio Limay, en el límite entre Río Negro y Neuquén bajo un modelo sustentable: «Ellos exportan a Europa y Japón, con certificaciones de calidad y bajo uso de antibióticos. Es un ejemplo de cómo Argentina puede insertarse en cadenas globales de valor sin descuidar el ambiente». Sin embargo, advirtió sobre la dependencia tecnológica: «Noruega y Chile dominan el mercado y venden el paquete tecnológico. Aunque hay capacidades locales -como las aportadas por científicos del CONICET-, aún estamos lejos de la autonomía».
Para Tierra del Fuego, vislumbra una oportunidad condicionada: «Newsan podría replicar aquí su producción de truchas o salmones, pero dependerá de ajustes normativos y de su evaluación de costos». Federico Rayes concluyó con un llamado al pragmatismo: «Toda actividad humana impacta; la clave es minimizarlo mientras generamos riqueza. La acuicultura en piletones es viable, pero no es una solución fácil y rápida: requiere inversión, tecnología y mercados dispuestos a pagar por sustentabilidad».
