El gobierno provincial desplazó al secretario y subsecretario de Energía en medio de recurrentes apagones y descontento social. Las renuncias no fueron explicadas, en medio de una evidente falta de una política clara para el sector.
En un movimiento que refleja la profundidad de la crisis energética que atraviesa Tierra del Fuego, el gobernador Gustavo Melella decidió remover a Leonardo Varone, secretario de Energía, y a Luis Videla Vargas, subsecretario del área, mediante los decretos N.º 1242 y N.º 1243, publicados con demora en el Boletín Oficial este miércoles 15 de mayo. La medida llega en un contexto de creciente malestar social por los frecuentes cortes de luz y la ausencia de soluciones concretas por parte del Estado.
Los decretos, firmados por Melella y la ministra de Obras Públicas, Gabriela Castillo -quien asumirá el control interino del Ministerio de Energía-, no ofrecen explicaciones sobre las causas de las remociones, limitándose a invocar el artículo 135 de la Constitución Provincial.
De tal forma, persisten las dudas sobre el rumbo de una cartera que, desde hace tiempo, carece de una conducción definida y de una estrategia clara para resolver los problemas estructurales del sistema.
La situación energética en la provincia es crítica: los apagones se han vuelto cotidianos en hogares, comercios, hospitales y escuelas, evidenciando el deterioro de la infraestructura y la falta de inversión en generación y distribución. Sin embargo, más allá de los cambios de funcionarios, no hay señales de un plan integral que aborde las deficiencias de fondo.
La designación de Castillo, ya sobrecargada por su cartera principal, parece una solución temporaria que no garantiza avances sustanciales.
Analistas señalan que la salida de Varone y Videla Vargas busca «oxigenar» una gestión bajo presión, pero difícilmente calme el descontento de una población que exige respuestas duraderas. La paciencia de los fueguinos, al igual que la energía, se agota.