En el año 1948, en pleno período de posguerra en Europa, un pequeño pueblo en el extremo sur de Argentina se encontraba en pleno crecimiento. Ushuaia, conocida como la ciudad más austral del mundo, necesitaba expandirse para poder albergar a más habitantes y ejercer la soberanía argentina sobre estas tierras. Fue en ese contexto que llegaron los inmigrantes italianos, cuyo legado perdura hasta el día de hoy.
El Ministerio de Marina argentino firmó un contrato con la empresa constructora italiana Carlos Borsari para llevar a cabo las obras necesarias en Ushuaia. Este contrato implicaba la llegada de dos contingentes de constructores italianos, junto con sus familias, materiales y maquinarias.
El primer grupo de inmigrantes llegó en octubre de 1948 a bordo del barco Genova. Eran cerca de 750 personas llenas de esperanza y entusiasmo por comenzar una nueva vida en estas tierras australes. Traían consigo sus habilidades y conocimientos en la construcción, dispuestos a dejar su huella en Ushuaia.
Un año después, en septiembre de 1949, llegó el segundo grupo de inmigrantes italianos a bordo del barco Giovanna C. Otros 750 individuos se sumaron a la comunidad en crecimiento, aportando sus sueños y anhelos a la ciudad.
Durante los dos años de duración del contrato, se llevaron a cabo diversas obras públicas que transformaron la ciudad. Se construyeron barrios de viviendas, como Alte Solier y Alte Brown, para albergar a los nuevos habitantes. Además, se levantaron un frigorífico, un matadero municipal y una usina hidroeléctrica en el río Olivia, que brindaron empleo y desarrollo económico a la región.
La comunidad italiana también dejó su huella en la infraestructura religiosa de Ushuaia. Construyeron una capilla en honor a sus tradiciones religiosas, que con el tiempo fue reemplazada por la Parroquia María Auxiliadora, un símbolo de la presencia italiana en la ciudad.
Pero el legado de los inmigrantes italianos no se limita solo a la infraestructura. También se crearon barrios militares, como La Misión y Cte Piedra Buena, que fortalecieron la presencia de las fuerzas armadas en la región.
Hoy en día, muchos descendientes de aquellos inmigrantes italianos continúan viviendo en Ushuaia, recordando con orgullo las obras que sus antepasados construyeron con tanto esfuerzo y dedicación. La ciudad se ha convertido en un lugar próspero y vibrante, reconocido a nivel mundial como un destino turístico.
La historia de los inmigrantes italianos en Ushuaia es un testimonio de resiliencia, determinación y espíritu emprendedor. Su legado vive en cada rincón de la ciudad, recordándonos la importancia de la inmigración y la contribución de diferentes culturas en la construcción de nuestras comunidades.
Ushuaia, gracias a la llegada de los inmigrantes italianos, ha logrado desarrollarse y crecer, convirtiéndose en un lugar único en el mundo. Su historia es un recordatorio de la importancia de valorar y preservar nuestras raíces, así como de reconocer y celebrar la diversidad que enriquece nuestras sociedades.
Importante acompañamiento del sector gastronómico: 21 restaurantes de Ushuaia adhieren a la celebración con una propuesta gastronómica que recorre los platos típicos italianos
QUINQUELA
MUNCH
BANANA
HARD ROCK
VAN GOGH,
DALI
TANTE SARA CAFÉ BAR
EL MERCADO
AUGUSTO
MARIA LOLA RESTÓ
TIA ELVIRA
LA CANTINA FUEGUINA DE FREDDY
ALTOS RESTÓ (HOTEL ALTOS USHUAIA)
CERVANTES RESTÓ
YAMANA BAR & PATIN
BRIXX BAR
VOLVER RESTORANT
TRIUMPH CAFÉ RESTÓ
137 PIZZA & PASTA
BLEND
PASO GARIBALDI
También la chocolatería Laguna Negra se sumó a través de sus vidrieras con reconstrucción del desembarco armada en chocolate.
