La presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia advirtió sobre 16 meses consecutivos de caída en ventas, competencia desleal con Chile y una carga tributaria asfixiante. Exigió a Nación respuestas urgentes para evitar más cierres y pérdida de empleos.
Claudia Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia y vicepresidenta de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), no oculta su preocupación. En una entrevista con FM Master’s, describió con crudeza la realidad que atraviesan los comerciantes fueguinos: «Llevamos 16 meses consecutivos de caídas en ventas. Esto hace una realidad económica difícil de explicar porque tenemos primero que nada una competencia desleal».
La dirigente detalló los factores que encarecen los precios en Tierra del Fuego, la provincia más alejada de los centros de producción: «Un camión para que traiga la mercadería a Tierra del Fuego sale 10 veces más que a cualquier lugar de Argentina, y todo eso se tiene que trasladar a precios». A esto se suman impuestos crecientes, alquileres elevados y una carga social que en Ushuaia alcanza el 80%, la más alta del país.
Fernández comparó la situación con la de Chile, donde la carga tributaria es del 9%: «Lógicamente que los precios tienen que estar más baratos porque tienen reglas claras a largo plazo, una carga tributaria que no es la misma que la nuestra». Esta desigualdad, según ella, genera una competencia insostenible para los comerciantes locales.
Sobre el Gobierno nacional, la dirigente fue clara: «Cuando este gobierno cambió, la mayor parte de las personas que se votó buscaban este cambio y este gobierno planteó que iba a haber un cambio económico». Sin embargo, tras un año y medio de gestión, las promesas no se materializaron: «El primer acercamiento fue ‘vamos a manejar primeramente la macroeconomía y nos vamos a dedicar después a la microeconomía. Tengan paciencia, van a ser unos 6, 7 meses’. Pero pasó un año y medio. Y eso no se da».
En un reciente encuentro con funcionarios nacionales y otras cámaras empresariales, Fernández reclamó atención urgente: «La realidad, somos el 80% de dadores de puestos de trabajo, tenemos el 90% de trabajo registrado y genuino. Les estamos diciendo ‘nosotros los ayudamos a que el país siga creciendo'».
Entre las medidas urgentes, la dirigente mencionó la necesidad de una reforma laboral: «Hoy todo contrato de ley de trabajo tiene la balanza tirada para un solo lado. Nosotros no creemos que se tiene que tirar la balanza para el otro, creemos que tiene que haber una equidad». Alertó sobre la «industria del juicio laboral» que paraliza las contrataciones, especialmente en pequeños comercios.
El impacto ya se siente en el empleo: «La última medición que hicimos estábamos casi en un 20% abajo. Todo aquel que se jubila, también hubo un éxodo». Muchos negocios históricos cerraron, y los que sobreviven enfrentan el desafío de las plataformas como Mercado Libre, donde los consumidores prueban productos en locales físicos pero compran online.
Pese a todo, Fernández destacó el rol de empresas como Cerro Castor, que genera 544 empleos directos y dinamizó la economía fueguina: «Cuando tan imprudentemente se ataca el trabajo del privado que apuesta, que crece, que vuelve a poner en la provincia, tenemos que ser prudentes». Su mensaje final fue un llamado a la conciencia: «Si todos tuviéramos la conciencia de que cada vez que yo compro local estoy pagando parte de un sueldo, que es el de mi vecino, el de mi hijo, por ahí sería distinta».
La situación del comercio en Ushuaia y en toda Tierra del Fuego refleja un problema nacional: la falta de políticas concretas para aliviar la presión fiscal y laboral sobre las pymes, que son el motor del empleo registrado. Mientras el Gobierno demora las soluciones, los comerciantes resisten, pero el tiempo apremia.