Lino Adillón, activista y empresario gastronómico local, reafirmó su lucha contra la instalación de jaulas salmoneras en aguas fueguinas y destacó la importancia de mantener la ley que las prohíbe.
Lino Adillón, chef y activista ambiental, reafirmó su oposición a la salmonicultura en jaulas flotantes durante una entrevista en FM Master’s, en el marco de una actividad conmemorativa por los cuatro años de la ley 1355, que prohíbe esa práctica en aguas fueguinas. «Es una ley que está siendo mirada por el mundo con admiración», destacó, aunque advirtió que «el poder económico no va a parar de intentar correr lo que le molesta».
Adillón explicó que la normativa no impide la cría de salmónidos, pero exige hacerlo en sistemas de recirculación en tierra. «La industria se podría llevar adelante, como nació, que es en tanques de recirculación de agua. Si se hiciera de esa manera, el mar sigue estando feliz y los empresarios siguen haciendo sus excelentes negocios», afirmó. Sin embargo, criticó que las empresas prefieran las jaulas marinas: «El costo ambiental lo pagaríamos nosotros, los que vivimos en este bello y cada vez más chiquito planeta».
El referente comparó el impacto ambiental de la salmonicultura en Chile, donde «está matando todo desde Chiloé para abajo». Sostuvo que las jaulas flotantes generan contaminación irreversible: «Los peces van a comer solamente el 35% de lo que se les arroje y el otro 65% va a parar al fondo. Cuando está podrido el mar, se corren las jaulas». Además, desmintió que la industria genere empleo masivo: «Un estudio habla que generaría 75 puestos de trabajo a lo sumo».
Adillón rechazó que Noruega sea un modelo a seguir: «Todo lo que tienen prohibido hacer en el hemisferio norte, lo hacen en el sur». Y cerró con un llamado a la defensa colectiva: «No hay ningún color político en los que estamos protegiendo el Canal Beagle. Seguimos los mismos vecinos defendiendo el mar que es nuestro».