Por Silvana Minué-La comunidad educativa se encuentra a la espera de una resolución del Ministerio de Educación de la provincia que confirmaría que el dictado de clases finalizaría a fines de noviembre por lo cual el ciclo lectivo 2023 terminaría dos semanas antes de lo previsto.
Según el calendario escolar de Tierra del Fuego, la finalización de clases de 2023 debería ser el 20 de diciembre, pero quedará sujeta a una posible modificación. Resta saber qué pasará con la finalización de actividades docentes de titulares, suplentes y titulares no jerárquicos prevista para el 21 de diciembre de 2023, y la de los directores que debería ser el 22 de diciembre.
«Tuvimos una reunión con la directora de privada quien tenía como el borrador del nuevo calendario, porque de lo que se está hablando es de una modificación a través de una resolución del calendario escolar. El argumento del Ministerio de Educación es que necesitan las escuelas vacías para el programa de mantenimiento y de reforma de los espacios escolares», confirmó Cynthia Cordi de la Asociación de Establecimientos Educativos de Gestión Privada en declaraciones Radio Nacional Ushuaia.
«El argumento es bastante irrisorio porque ganan una semana de trabajo en definitiva. La idea en principio es que el lunes 11 de diciembre haya una jornada institucional y esa sea la última actividad, pero la semana previa, desde el lunes 4 ya no hay clases en ningún establecimiento, salvo actos, entregas de boletines y ese tipo de actividades de cierre», sostuvo la directora y propietaria de la Escuela Julio Verne.
Por lo tanto «la semana anterior a esa, en el caso de la primaria, los alumnos ya estarían solo trabajando en espacios de compensación. En el caso del secundario, dos semanas antes, o sea el 20 de noviembre prácticamente ya no vendrían», aseguró y agregó que «en ese momento lo que comienzan son los espacios de compensación, y el acompañamiento de las trayectorias. Después, recién la primera semana de diciembre, son las instancias evaluativas. Entonces hay que correr todo para también respetar el derecho de los alumnos a tener esos espacios para recuperar lo que adeudan».
En este sentido, Cordi remarcó que las escuelas de gestión privada trabajan todos los días y «hacen un montón de cosas como evaluaciones, acomodar, archivar, tener como el balance que se necesita, proyectar algo para el año que viene, porque la realidad es que los docentes que están comprometidos con su tarea, pensando en los materiales, libros, y proyectos» por lo tanto «no podemos cerrar la escuela y desaparecer». Entonces «parte de esto es poder hacer un buen cierre, un balance y no salir huyendo».
A la espera de resolución «estamos evaluando trabajar hasta por lo menos el 15 de manera presencial, con todas las reuniones de evaluación, de cierre y jornadas y trabajo de secretaría que quede pendiente y después, ya quedarían hábiles los tres días, 18, 19 y 20 que no los haríamos presenciales y trabajaríamos los equipos directivos».
«Al ser nosotros los empleadores, podemos argumentar que la licencia anual reglamentaria comienza recién el 20, y no somos nosotros que estamos desobligando a nuestro personal a la presencialidad, es el Estado, que es lo mismo que pasó en febrero. Entonces, en realidad nosotros podemos seguir trabajando con nuestro personal. Pero tampoco es justo que algunos armen las valijas y el 11 a las 12 estén en la ruta y otros tengan que esperar una semana más», dijo, teniendo en cuenta la situación de escuelas de gestión privada.
Sobre los motivos de las modificaciones en el cronograma escolar, Cordi apuntó que «todos sospechábamos de alguna manera que esto tiene que ver con la transición política de diciembre del 11 de diciembre» que si bien no hay cambios de gestión de gobierno lo que «cambia es el gabinete, aparentemente. Entonces conviene como dejar todo cerrado al día 11».
Cabe agregar que las clases comenzaron este año, dos semanas más temprano y «fue una sorpresa muy grande» para el sector privado. «El trabajo de preparación previo es importante para un buen arranque del ciclo lectivo. Uno piensa mucho en la estrategia de trabajo, los materiales en función del curso que le va a tocar, de los alumnos que a lo mejor conocen de otros años. O sea, cada escuela es una pequeña comunidad, salvo los que ingresan en primer año que también vamos conociendo a los grupos y teniendo ciertas referencias y planificamos pensando en ellos».
«Si bien la primera parte es un diagnóstico y un pequeño repaso de del ciclo anterior, el trabajo previo para los docentes es esencial y nosotros tenemos que reducir las instancias de trabajo presencial en función de esta disposición que de alguna manera ves obligada a los docentes a la asistencia presencial en las escuelas», indicó.
«Por suerte tenemos en general equipos de trabajo muy comprometidos y pudimos llevar adelante estas reuniones de trabajo igual, claro, en lo cual sigue profundizando la enorme diferencia que hay entre la escuela pública y la escuela privada. Parece que es injusto para para los alumnos y para los docentes del espacio público», recordó.
«Lo que me indigna mucho es que se miente mucho, esa mentira queda y se repitió hasta el cansancio de que la provincia tiene 190 días de clases y es todo mentira enorme porque empezamos tarde, terminamos antes. Los únicos que estamos teniendo 190 días de clases somos los colegios privados. Y es un compromiso federal, es algo en lo que todos los gobiernos provinciales estuvieron de acuerdo en el Consejo Federal de Educación. Entonces me parece que habría que respetar ese acuerdo y no seguir sacando días», remarcó.
Bono estatal
Por otro lado, a Cordi se la consultó sobre el anuncio del Gobierno Provincia del otorgamiento de una asignación extraordinaria no remunerativa, no bonificable, que se estará otorgando por boleta complementaria los meses de octubre, noviembre y diciembre para todos los escalafones de la administración pública provincial, incluidos jubilados y pensionados. «Ahí hay otro problema porque el decreto dice que es exclusivo para el personal del estado de todos los escalafones», indicó y agregó que «nos enteramos cuando algunos docentes nos dijeron que se acredito esa plata».
«El Estado sabe perfectamente que para estar dentro de la ley, o sea, en el marco de las 749, que es la ley de Educación privada, tiene que reconocer los mismos derechos, beneficios y remuneraciones al docente de educación pública como el docente de educación privada, por ejemplo reconocimiento de la antigüedad. Ni hablar del sueldo y de los ítems que se genere, por lo cual tiene que incluir a los docentes de educación privada y tiene que incluir esa erogación extraordinaria en el aporte que realiza las instituciones en el mismo porcentaje que lo viene realizando los aportes regulares; pero una vez más quedamos afuera», explicó.
Desde Escuelas de Gestión privadas lo que se hará es un reclamo por ahora por vía administrativa al Ministerio Educación «para que nos digan si, si esta pregunta o salir el instrumento que nos permita abonar también este bono. Pero para eso tienen que reconocerlo por la misma vía, con un decreto».
De no existir ese decreto no existe quien debería afrontar el pago del bono «en ese caso estamos en un limbo y los que tendrían que iniciar también una demanda al Estado son los docentes privada. Porque los excluyen específicamente. Siempre es delicada la situación del docente que trabaja en la educación pública en el sentido de que está bajo el paraguas de una doble legislación. Tenemos todo lo que rige el empleo privado y todo lo que rige el empleo público. Siempre se considera que hay que pensar en lo más beneficioso para el empleado. Pero en estas circunstancias siempre hay una demora hasta que se ajusta o se acuerdan de nosotros».
