Desde julio, la receta médica electrónica será obligatoria en varias provincias, según un nuevo decreto gubernamental. La medida busca modernizar el sistema de salud, aunque enfrenta desafíos en su implementación y requerirá esfuerzos conjuntos para su éxito.
A partir del próximo 1° de julio, la receta médica electrónica se convertirá en la norma en varias provincias argentinas, según lo establece un nuevo decreto gubernamental publicado en el Boletín Oficial este lunes. La medida, contenida en el decreto 345/2024, representa una «readecuación» de la reglamentación de la ley 27.553 sobre «Recetas electrónicas o digitales».
La iniciativa, gestada en el entorno de la ex ministra de Salud Carla Vizzotti, implica un cambio significativo en la forma en que se prescriben y dispensan los medicamentos, así como en la realización de estudios y prácticas médicas. Uno de los aspectos clave del decreto es la creación de un registro de plataformas para la elaboración de recetas electrónicas, con el fin de garantizar la seguridad y privacidad de los datos de los pacientes.
Según el texto del decreto, las implementaciones actuales de recetas electrónicas continuarán vigentes siempre que cumplan con los requisitos establecidos. Además, se invita a las autoridades jurisdiccionales a adherirse a la utilización de la Licencia Sanitaria Federal para la instrumentación de la prescripción digital.
Uno de los cambios destacados es la eliminación del término «receta manuscrita», que dejará de ser aceptada en las farmacias y centros de salud de las provincias adherentes a partir de la fecha mencionada. Además, se establece que las farmacias deberán archivar y guardar las recetas digitales durante un período de tres años.
El decreto también aborda la venta y despacho de medicamentos a través de canales electrónicos, especificando que debe realizarse en presencia de un farmacéutico responsable. Asimismo, se enfatiza la importancia de prescribir medicamentos por su nombre genérico, para promover la libertad de elección del paciente en el mostrador de la farmacia.
Un aspecto relevante es la creación de un «diccionario de medicamentos», destinado a favorecer el uso, acceso e interoperabilidad de las recetas electrónicas. Esta medida busca garantizar un mejor cumplimiento de la prescripción por nombre genérico, aunque persisten desafíos relacionados con la influencia de la industria farmacéutica en la dispensa por marca.
Sin embargo, la implementación de la receta electrónica plantea desafíos adicionales, como la falta de firma electrónica de los médicos, una herramienta fundamental que aún no está incluida en el sistema. Según Jorge Iapichino, secretario de Hacienda de la Confederación Médica de la República Argentina, la firma electrónica archivada es crucial para garantizar la seguridad de las recetas.
A pesar de los obstáculos, la implementación masiva de la receta electrónica es vista con optimismo por parte de los profesionales de la salud, aunque se reconoce que algunos médicos pueden enfrentar dificultades para adaptarse. Experiencias exitosas, como la realizada en la provincia de Santa Fe, sugieren que incentivos económicos pueden promover la adopción de esta tecnología.
El decreto gubernamental que establece la obligatoriedad de la receta médica electrónica a partir del 1° de julio representa un paso importante hacia la modernización del sistema de salud en Argentina, aunque enfrenta desafíos en su implementación y requerirá un esfuerzo conjunto de autoridades y profesionales del sector para su éxito.
