El presidente de la Comisión Arbitral (COMAR) Luis Capellano,
aseguró que la provincia tiene la alícuota efectiva más baja del
país en Ingresos Brutos pero que existen otros impuestos
distorsivos para discutir en marco de la reforma tributaria y que
el desafío es sostener la recaudación.
En una entrevista con FM Master’s, Luis Capellano, presidente de la
Comisión Arbitral (COMAR) y vocal del Tribunal de Cuentas de la
provincia, rechazó categóricamente que Tierra del Fuego tenga los
impuestos más elevados del país, como sugirió un artículo periodístico
reciente. «No tenemos información desagregada y precisa que avale eso.
Tierra del Fuego tiene la alícuota efectiva más baja del país en el
impuesto a los ingresos brutos: 1,6%, cuando el promedio nacional
supera el 2%», afirmó. El funcionario atribuyó el error a «un tributarista
que promueve el reemplazo de este impuesto» y a medios que replican
«información desacertada».
Sin embargo, destaco que “existen 2 alícuotas que toman la base de
imponible de los ingresos brutos, pero que son fondos de afectación
especifica salud y educación y el otro con el sostenimiento de la caja”
que esta recaudación no va rentas generales para gastos corrientes. La
primera, representa una alícuota adicional del Impuesto sobre los
Ingresos Brutos del uno por ciento (1,00%), aunque existen actividades
extensas, y por otro la alícuota para el sostenimiento de la Caja
Previsional es del 3% sobre el Impuesto sobre los Ingresos Brutos para
actividades gravadas, con destino al Fondo de Asistencia del
Financiamiento para el Sistema Previsional.
Capellano explico que “sobre la reforma tributaria que busca Nación, y
las readecuaciones normativas, contempla la solución a los distintos
impuestos distorsivos, ejemplo el impuesto a débitos y créditos, a las
retenciones a las exportaciones son tan distorsivas como los ingresos
brutos”.
Por otro lado, Capellano defendió la gestión fiscal fueguina, destacando
que su Agencia de Recaudación (AREF) es «la única del país que
desafecta a contribuyentes del padrón de retenciones hasta que agoten
sus saldos a favor».
Sobre la posible reforma tributaria impulsada por el Gobierno nacional –
que incluiría eliminar impuestos «distorsivos» como Ingresos Brutos, el
gravamen a los cheques y las retenciones-, recordó que las provincias
llevan 32 años buscando alternativas sin éxito. «Todos los análisis de
reemplazo por un IVA (origen, destino o mixto) concluyeron en que o no
se eliminaban las distorsiones o no aseguraban los niveles de
recaudación actuales», explicó.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló, exige
justamente un nuevo sistema que mantenga la recaudación. «Esto
requerirá una nueva ley de coparticipación. No será inmediato: Brasil,
con estabilidad económica, tardará cinco años en implementar su
reforma», comparó.
Capellano, explico que esto constituyen metas económicas pero que
deben venir acompañadas de una adecuación normativas, una nueva ley
de coparticipación.
Mientras tanto, Capellano enfatizó que la COMAR avanza en «mejorar lo
existente», como el portal federal tributario y la clave fiscal única, y en
reducir la acumulación de saldos a favor, una «distorsión crítica» de
Ingresos Brutos.
Respecto a críticas sobre supuestos impuestos provinciales adicionales
(como los fondos específicos para salud y educación), aclaró: «Son
aportes de afectación específica, no van a rentas generales. No hay
mala intención en esos comentarios, pero no reflejan la realidad».
Sobre la eliminación del impuesto al cheque, otro punto del acuerdo con
el FMI, advirtió que «todo debe ponerse sobre la mesa», incluyendo el
uso de fondos nacionales como el Fonavi o el gravamen a los
combustibles: «Si a las provincias nos piden esfuerzos, el Estado
nacional también debe explicar sus gastos».
Consultado sobre su participación en la asamblea del Centro
Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) en Chile,
Capellano subrayó que la presión fiscal y las reformas son debates
globales: «Los recursos son escasos en todas partes». Concluyó con un
llamado a la calma: «Hay que ocuparse, pero con tranquilidad. Las
autoridades fueguinas en la COMAR y la Comisión Federal de Impuestos
defenderán los intereses de la provincia».