Por Natalia Jañez*
La votación del Senado de la Nación que rechazó la ley de Ficha Limpia
no fue solo una derrota legislativa. Fue una señal alarmante de que, una
vez más, las lógicas partidarias, las especulaciones electorales y los
pactos de impunidad se imponen sobre la demanda de transparencia
que la ciudadanía viene reclamando hace años.
Como comunicadora, como fueguina y como militante de una
democracia más ética, no puedo mirar al costado. La política argentina
ha contraído una nueva deuda con la democracia y con la ciudadanía:
negar Ficha Limpia es negar el derecho de la sociedad a elegir
representantes que no tengan antecedentes de corrupción.
La sesión dejó en evidencia lo que se olía desde hace días: hubo
negociación. Hubo cálculo. Hubo quienes, media hora antes, decían que
votarían a favor y finalmente dieron el portazo. Hubo quienes pusieron
sobre la mesa nombres, causas, conveniencias, blindajes. Lo que no
hubo fue coraje político.
Mientras tanto, afuera del recinto, miles de argentinos seguían
esperando un gesto.
No llegó.
Pero la responsabilidad ahora se traslada. Porque aunque el Congreso
de la Nación haya decidido archivar, una vez más, este proyecto, las
provincias aún tienen la oportunidad de dar un paso adelante.
En Tierra del Fuego, he presentado en más de cuatro oportunidades un
proyecto de ley de Ficha Limpia. Y no me cansaré de insistir. Porque
quienes hoy gobiernan no pueden seguir mirando al costado, negando
tratamiento en comisiones, o diciendo que no es el momento. ¿Cuándo
es el momento correcto para decir que no queremos corruptos ocupando
cargos públicos? ¿Cuánto más hay que esperar?
Es hora de demostrar con hechos, y con votos en las legislaturas, que
en esta provincia no se avala la corrupción. Que acá no se negocia la
ética. Que queremos un futuro político sin condenados por delitos
graves decidiendo sobre nuestras vidas.
Ficha Limpia no es una consigna, ni una bandera partidaria. Es una
herramienta concreta para sanear la política y empezar a recuperar la
confianza perdida. Y es, sobre todo, un acto mínimo, pero urgente, de
respeto hacia la ciudadanía.
Porque mientras algunos blindan a los suyos, nosotros vamos a seguir
blindando la esperanza. La política tiene que elegir de qué lado está: o
del lado de la corrupción, o del lado de la gente.
*Natalia Jañez. Directora de Prensa y Redacción de Tiempo Fueguino,
promotora de Ficha Limpia en Tierra del Fuego.