Por Silvana Minue- El colectivo Orgullo TDF llevó adelante la Marcha del Orgullo Disidente Tierra del Fuego 2021 este 27 de noviembre en Ushuaia, con gran convocatoria.
La columna, de aproximadamente tres cuadras, partió desde Fadul y San Martín, rodeando el centro para luego llegar a la Paseo de las Rosas donde se presentaron artistas musicales como «Cumbia Ñeris», una agrupación musical conformado por nueve mujeres. Con mucho glitter, carteles coloridos con mensajes directos como el «Orgullo es Político», «Basta de violencia policial e institucional» y «Exigimos una ley antidiscriminatoria», se marchó por los derechos adquiridos tras años de lucha, pero recordando que hay mucho camino por recorrer y conquistar, como así también para desterrar el odio contra la comunidad.
Este año la asamblea abierta organizadora de la marcha del orgullo disidente provincial decidió realizar sus actividades en honor a Nicolás Cristal Isak Pinto, un joven trans de Río Grande, quien se suicidó el 2 de marzo del corriente año.
Cabe recordar que semanas atrás se lanzó un concurso abierto de afiche de la marcha del orgullo disidente 2021. De esta manera resultó ganador Matías Hidalgo, y la edición de este año fue bajo la premisa de «el orgullo es una respuesta política en una sociedad que nos educa para la vergüenza» como decía Carlos Jauregui, activista LGTBTIQ y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina.
“El clima acompaño», le dijo a este diario Pablo Abba, del colectivo Orgullo TDF. “Aunque se nos rompió el sonido, hizo que alcemos las voces cantando nuestras consignas. Esto fue fiesta protesta, y cuando llegamos al Paseo de las Rosas fue una fiesta», agregó.
Además de celebrar «recordamos que hacen faltan varias cosas como que la ESI se implemente en todas las escuelas públicas y privadas, una justicia transfeminista y aún, a nivel local, no hay respuesta al pedido de adhesión a la Ley Cupo Laboral Trans, no hay novedades desde la Legislatura».
En la lectura del documento consensuado se dejó en claro que «esta marcha es también una protesta. Una protesta contra una sociedad que históricamente se ha encargado de invisibilizar, patologizar, violentar y estigmatizar nuestras identidades y nuestras orientaciones sexuales. Una protesta que busca señalar que la política eficaz y real implica convicción y acompañamiento más allá de lo discursivo. Una protesta en donde reivindicamos ser libres y ser quienes somos».
Además, se exigió “menos excusas y más voluntad política para la aplicación plena de la ley 26.150, de Educación Sexual integral, entendiendo a las infancias y adolescencias como sujetos de derechos y no objetos, para que nadie más pase por lo que pasó Nicolás”.
“Después de 15 años es momento de ver las consecuencias de la falta de educación sexual integral en las escuelas, lugares que deberían ser seguros para construir las identidades, expresiones y orientaciones sexo afectivas. Pero también es momento de definir responsabilidades y responsables. La ESI no es una jornada de un solo día al año, ni un tallercito para limpiar culpas, es una perspectiva transversal que debe garantizarse como derecho tanto en el sistema público como en el privado”, sentenciaron.
Por último, dejaron entrever que “a pesar de la reciente ley nacional 27.636 de promoción de acceso al empleo formal para personas travestis/trans, y la ordenanza 3.686 del municipio de Rio Grande, seguimos sin poder acceder a espacios de empleo formal. Que no solamente nos pone en valor como personas, sino que también nos organiza una vida en sociedad».
