En medio de la tranquila y extensa Antártida, un descubrimiento casual ha sacudido las bases de la cooperación internacional y la preservación ambiental en la región. Según un informe reciente, un equipo de investigación ruso ha encontrado significativos yacimientos de recursos naturales en una zona disputada, reclamada tanto por Rusia como por el Reino Unido.
El anuncio, difundido inicialmente por un periódico británico y respaldado por declaraciones de expertos en geopolítica en el Parlamento del Reino Unido, ha avivado un debate crucial sobre los intereses estratégicos y ambientales en la Antártida. Andrés Dachary, secretario de Malvinas y Asuntos Internacionales del Gobierno de la provincia, expresó su posicionamiento en una entrevista por FM Master’s.
«Lo que hay es un anuncio dado a conocer globalmente por un periódico británico, respecto a la exposición de un experto en geopolítica en el ámbito del Parlamento británico. Con lo cual, puede tener algún grado de intencionalidad importante lo que es una noticia de estas características a la vista de que el Reino Unido prácticamente se encuentra en guerra con Rusia por la situación en Ucrania», dijo.
El descubrimiento ha puesto de relieve las complejas dinámicas geopolíticas que rodean a la Antártida, un continente con vastos recursos naturales que históricamente ha sido protegido bajo el marco del Tratado Antártico. Este tratado, firmado por un número significativo de países en 1959, establece que el continente debe ser utilizado exclusivamente para fines pacíficos y científicos, prohibiendo explícitamente cualquier actividad minera.
Sin embargo, el hallazgo de petróleo y otros recursos naturales plantea interrogantes sobre el futuro de la región. Según Dachary: «Estamos viendo una tendencia preocupante donde varios países están desafiando los límites del Tratado Antártico. Este no es solo un problema ruso; recientemente, Irán también ha expresado interés en el continente. Estamos en un punto de inflexión donde los intereses nacionales parecen prevalecer sobre la cooperación internacional».
La reacción inicial del Reino Unido ha sido acusar a Rusia de intentar avanzar en la explotación de estos recursos naturales con fines estratégicos. Un experto en geopolítica británico, citado por el periódico responsable de la revelación, sugiere que este movimiento ruso podría estar vinculado a la creación de presupuestos de defensa en momentos de tensión global, especialmente en el contexto de los eventos en Ucrania y Medio Oriente.
Dachary explicó que se trata también de “un momento donde el respeto por el derecho internacional público parece estar en declive”.