En recientes sucesos, se registraron en los últimos días cuatro situaciones de riesgo en la localidad de Tolhuin, debido a acciones negligentes que podrían haber tenido consecuencias más graves.
Las circunstancias que desencadenaron estos eventos incluyen chispas provenientes de un asado, colillas arrojadas en un área de turba y un foco detectado en un aserradero, reviviendo la preocupación en la región, que ya ha experimentado pérdidas significativas de vegetación en el pasado.
A pesar de las numerosas advertencias y directrices destinadas a prevenir la repetición de los devastadores incendios que afectaron a la reserva natural Corazón de la Isla entre noviembre de 2022 y mayo de 2023, cuatro nuevos focos ígneos, originados por descuidos humanos, vuelven a poner en alerta a la comunidad.
El sábado 27 de enero, una residente del barrio Altos de la Laguna, al realizar un asado, observó chispas que se desplazaban hacia áreas con arbustos y leña seca en su propiedad. Ante la rápida propagación del fuego impulsado por el viento, fue necesario el despliegue de bomberos voluntarios para sofocar las llamas.
El domingo 28, durante la tarde, se registraron dos incidentes en una zona de turba, ubicada entre los barrios Altos de la Montaña e IPV. Estos focos, generados por colillas mal apagadas, provocaron columnas de humo que requirieron la intervención de agentes policiales y bomberos para su extinción.
El cuarto incidente tuvo lugar también el domingo pasadas las 20, cuando un incendio se desató en un área de turbal. Un cuatriciclo utilizado por personal de una empresa dedicada a la explotación de este recurso natural generó chispas, desencadenando un incendio de considerable magnitud. Para controlar la situación, fue necesaria la colaboración de policías, bomberos, personal de Defensa Civil y especialistas en Incendios Forestales.
