El senador radical cuestionó el episodio entre la senadora López y el jefe de Gabinete, pero advirtió que el problema es más profundo: «Acá está todo permitido, el trato se está echando a perder», señaló en referencia a los insultos del Presidente.
El senador nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Pablo Blanco, analizó con dureza la polémica entre la senadora Cristina López y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pero extendió su crítica al clima general de confrontación en el Senado y la falta de respeto institucional. En diálogo con FM Master’s, Blanco aseguró que Francos utilizó el calificativo de «mentiroso» como excusa para retirarse de la sesión, aunque también reprochó la actitud de López y, especialmente, los ataques verbales del presidente Javier Milei hacia otros funcionarios.
«El jefe de Gabinete utilizó muy bien la excusa de la palabra de la senadora López para irse, porque era lo que venía solicitando el día anterior, que la sesión no sea muy larga», afirmó Blanco. Según su relato, Francos ya tenía previsto abandonar la reunión por otros compromisos, y el incidente con López le dio un motivo para justificar su salida. No obstante, el legislador aclaró: «No soy quien para juzgar, me parece que, por lo menos no es mi costumbre dirigirme de esa manera».
Más allá del episodio específico, Blanco enfatizó que el problema central es la degradación del diálogo político. «Lo que me preocupa es no solamente lo sucedido, sino lo que sucedió en el Senado, el presidente de la Nación dirigirse a un dirigente político como el gobernador de la provincia de los términos que se dirigió», señaló, en alusión a los insultos públicos de Milei. «Parece que acá está todo permitido, el trato se está echando a perder», agregó.
El senador radical planteó una doble vara en el trato entre funcionarios: «Legítimamente el jefe de Gabinete se puede ofender porque le digan mentiroso, pero también con ese mismo criterio los senadores no tendríamos que ni siquiera estar a un kilómetro de distancia del presidente donde nos trata de ratas, de basura, de todo». Para Blanco, esta dinámica refleja una crisis más amplia: «Hay que respetar la institucionalidad, que es lo que menos se está respetando en este país, lamentablemente, partiendo de la primera magistratura con las actitudes que tiene».
Respecto al desempeño de Guillermo Francos en la sesión, Blanco fue contundente: «No me satisfizo para nada la contestación al requerimiento que le hicimos». Criticó que las respuestas del Gobierno fueran evasivas o remitieran a enlaces sin información concreta, especialmente en temas clave para la provincia como los aranceles, el Fondo de Reconversión Productiva y el radar. «No trajeron ninguna claridad», insistió.
Además, cuestionó el formato de las interpelaciones: «Esta mecánica del informe donde uno le manda las preguntas, ellos contestan y después vienen a hacer una exposición y a contestar, me parece que tampoco es muy efectivo porque no se da la posibilidad de la repregunta». Blanco ejemplificó con su caso: «Me contestó diciendo ‘los precios que usted dice me dicen que no es la realidad’. Pero yo no le pude volver a contestar y mostrarle los comprobantes».
Sobre la sesión pendiente del miércoles, el senador anticipó que no espera cambios sustanciales: «Seguramente estarán las exposiciones de los integrantes de Unión por la Patria, y el cierre de cada uno de los presidentes de los bloques, pero no creo que varíe mucho de la tónica que se venía llevando a cabo». Su diagnóstico final fue lapidario: «Se cumple con la formalidad, el objetivo me parece que no es lo que uno pretende lograr».