En un contexto político marcado por tensiones y enfrentamientos, los gobernadores de las provincias argentinas se preparan para abordar el «Pacto del 25 de Mayo», propuesto por el presidente Javier Milei. La convocatoria, que se llevará a cabo el próximo viernes en la Casa Rosada, representa un cambio en la estrategia gubernamental, que busca establecer un diálogo con las provincias y negociar un nuevo marco legislativo y económico.
El pacto, anunciado durante la apertura de las sesiones ordinarias, pretende consolidar un acuerdo político, social y económico que alivie la situación fiscal de las economías provinciales a cambio de la aprobación de una nueva Ley Ómnibus. Sin embargo, la falta de claridad sobre los detalles y las consecuencias del acuerdo ha generado diversas reacciones entre los gobernadores, independientemente de su afiliación política.
Algunos mandatarios, como Marcelo Orrego de San Juan y Alfredo Cornejo de Mendoza, quienes se encuentran actualmente en Canadá, respaldan activamente el pacto y están dispuestos a buscar acuerdos previos para su firma.
En esa lista de mandatarios también están Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Sáenz (Salta), Leandro Zdero (Chaco), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Gustavo Valdés (Corrientes), Hugo Passalacqua (Misiones), Claudio Poggi (San Luis), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), Rolando Figueroa (Neuquén) e Ignacio Torres (Chubut).
Otros, como Alberto Weretilneck de Río Negro y Gustavo Melella de Tierra del Fuego, expresan reservas y críticas sobre la convocatoria, cuestionando la presión ejercida para obtener apoyo legislativo.
Por otro lado, figuras como Axel Kicillof de Buenos Aires, Sergio Ziliotto de La Pampa y Ricardo Quintela de La Rioja han rechazado abiertamente el pacto, argumentando preocupaciones sobre el funcionamiento del Estado y la falta de garantías para cumplir con las leyes existentes.
En este escenario, la figura del ministro del Interior, Guillermo Francos, emerge como un mediador clave en las negociaciones, tratando de restablecer el diálogo entre el gobierno nacional y las provincias. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el futuro del pacto y su impacto en la gobernabilidad del país.
A medida que se acerca la fecha de la reunión en la Casa Rosada, la expectativa y la tensión crecen entre los gobernadores, quienes enfrentan el desafío de tomar decisiones cruciales para el futuro inmediato de Argentina.