Por Silvana Minue-La ex legisladora Amanda Del Corro, presentó una denuncia por violencia de género contra el actual legislador de FORJA, Emanuel Trentino. Se realizó en la comisaría de género, y la denunciante fue acompañada por su abogado Félix Santamaría. Luego de la exposición policial, la causa fue enviada al Juzgado N° 3, a cargo del Dr. Federico Vidal.
La exposición del caso
Del Corro se mostró sorprendida de como transcendió el hecho y cómo tomó relevancia, teniendo en cuenta que «todo lo que es lo que se publicó de lo que más o menos sucedió”, ya que “ni mi abogado ni yo tuvimos copias de mi denuncia. De modo que lo primero que trascendió, no sé cómo ni de qué institución se sienta esa información».
«He sostenido silencio hasta acá, porque fui la primer sorprendida de la exposición que tuvo esto durante el fin de semana», remarcó, y agregó: “estoy un poco más tranquila, porque he tenido esta mañana la audiencia a la que fui citada por el fiscal mayor, con quien he hablado más de una hora. En esos momentos, hay momentos de silencio o momentos de angustia, momentos de serenidad, mucho momento para pensar, pero en todas esas instancias nunca dudé de lo que tenía que hacer, que fue denunciar».
La relación con Trentino
Del Corro es asesora del legislador. “Me requirió acompañamiento, me insistió en ello, valorando de su parte porque me lo ha expresado, por mi experiencia en la legislatura». Y tras retomar las actividades después de la pandemia y el hecho denunciado «no fue una situación aislada. Es una manera de comportarse».
Tras el hecho no se volvió a encontrar con el denunciado mientras que «mi decisión personal» es no volver al lugar del trabajo, dijo. Hasta el momento no recibió una comunicación formal de su situación laboral.
Del Corro ocupó cargos públicos y conoce la dinámica de la política, la que calificó como «un lugar de debate, de discusión, de intercambio, de ideas, de opiniones. Lo sé bien, la he transitado, he estado en la gestión de un ejecutivo y luego en una banca legislativa. Sé de qué se trata, cuál es la dinámica en la lógica y he compartido con legisladores varones, todos conocidos, altísimas discusiones. A veces llegamos a acuerdos, o no. A veces ese alto nivel de voltaje se daba con los invitados en las comisiones. Pero jamás una discusión pasó el límite del respeto. Sostuvimos las diferencias, las opiniones acaloradas, seguramente, jamás pasando el límite del respeto a la persona, no solamente como mujer, básicamente entre personas, y mucho menos una extralimitación manifestada en violencia. Nunca viví eso adentro de la legislatura».
La denuncia
«Ahora entiendo profundamente a una mujer en situación de violencia. Yo he hablado mucho, he participado de conferencias, de debates, de discusiones, de reuniones de mesa, familiares, de grupos de mujeres más grandes, más jóvenes. Pero nunca pensé que iba a ser yo sujeto de esa situación. Haberlo vivido me obliga a hablar muchas cosas, algunas en este instante, en este momento y a otras menos», aseguró.
Sin ahondar en lo sucedido por un pedido de reserva a la ampliación de denuncia, la ex funcionaria apuntó a la radicación de la misma «no fue inmediatamente después de lo sucedido» sino que “llevó un tiempo y tuvo un estado de dudas, hasta que tomé la decisión, cuando tuve plena conciencia de que esto no se puede silenciar.”
«El malestar que se puede sentir después de una situación así, que te pone muy nerviosa, en estado de angustia, no se duerme tranquilo, no ando tranquila. De hecho, yo he pedido medidas restrictivas que seguramente la Justicia decidirá después de mi audiencia, porque tampoco estoy segura. No me siento tranquila. Todas esas cosas han sucedido a raíz de esta situación», especificó.
Por lo tanto «a pesar de sentir que tiene que tomar la decisión, o evaluar si uno está dispuesto a lo que estoy viviendo ahora. Consulté al doctor Santamaría, por la confianza que tengo en esa persona. Luego como profesional. Y fue él quien me dijo esto no se puede demorar más y vamos a hacer la denuncia».
Sin embargo, al tomar la denuncia por parte de las instituciones, aseguró que «sigue habiendo una distancia muy grande entre todo lo que teorizamos. Incluso sobre lo que legislamos. Fuimos a la Comisaría de Género y para mi sorpresa, y tengo que decirlo, porque si algo va a servir pasar por esto, es para que las cosas mejoren de lo que se han venido. Para mi sorpresa me atiende un joven policía varón que me pide cierta información. Esperamos, me derivan a otro policía varón en la comisaría de la Mujer para poder tomar mi denuncia».
Luego «Yo tuve la audiencia con el fiscal mayor Urquiza. Solicité ser escuchada y tengo que decir que encontré a un fiscal dispuesto a escucharme largamente y atentamente escuchada».
«Creo que tenemos que pensar estas cuestiones en relación a las instituciones, cómo se habitan las instituciones, cómo se accede a las instituciones. Hay un avance en derechos y de protección sobre las cuestiones de violencia de género sobre las mujeres, pero yo creo que tenemos un serio problema en las instituciones, donde se reglamentan y se disponen los procedimientos, las formas, las lógicas. Bueno, en eso creo por experiencia ahora vivida, que hay mucho, mucho para hablar mujeres», estimó.
«Aún siento nervios por esto. Pero pienso en tantas mujeres que a veces no tienen ni siquiera la posibilidad cercana de un letrado, alguien que pueda acompañar en esta situación o de un familiar que la acompañe como tengo yo en este caso o a veces las posibilidades de estar hablando en la radio, o ni los medios, o la facilidad de palabra o de expresión para poder relatar lo vivido o tener capacidad para cuando te devuelven el acta de tus dichos, que toma un agente policial, leerla y corregirla antes de firmar. Estoy en este momento tratando de ponerme en la situación de tantas mujeres que no han tenido herramientas o recursos con las que yo cuento hasta hoy», expresó.
Finalmente, la ex parlamentaria confirmó que pidió medidas restrictivas. «Fue violencia, fue violento. Si lo he denunciado es porque esto pasó», finalizó.
