En los últimos días, y sobre todo ante la vuelta a Fase Uno en Ushuaia, las redes sociales pusieron de manifiesto una politización de la situación epidemiológica.
El médico Juan José Alba, es especialista en epidemiología en la Clínica San Jorge, de Ushuaia, y participó de las reuniones del Comité Operativo de Emergencia, tanto provinciales como municipales.
“Desde el principio insistimos que la mejor manera es trabajar en equipo. Las banderas políticas son una mala pasada para esto. Hay que trabajar juntos y aprender de la experiencia. Ser humilde, reconocer si uno se equivoca cuando toma decisiones, porque nadie tiene la última palabra”, opinó Alba por Fm Aire Liibre.
Según Alba, durante la primera fase de la pandemia en la provincia, y ante las medidas de prevención adoptadas, “con el paso del tiempo vimos que algunas eran equivocadas”.
“Alejar a la gente del sistema sanitario fue un error. Hay cosas que no se pueden restringir, hay que encontrar la manera que la gente tenga sus controles por sus enfermedades de manera regular”, dijo el médico.
“Con respecto a otras medidas vemos que se siguen repitiendo y no tienen ningún fundamento, como la habilitación de los horarios de los comercios de barrios. Es preferible extender los horarios para que la gente se distribuya. Con respecto a los comercios, entendemos que la situación es complicada, pero hay que darle herramientas para los comerciantes. Decirles que cierren sin un preaviso es cruel”, agregó.
Y consideró que “hay negocios que han funcionado con los protocolos y es injusto, porque no son los focos de contagios”.
Alba se refirió al rebrote en Ushuaia, que ayer registró 67 casos positivos: “No nos sorprenden los casos, habiendo seguido de cerca la situación de Rio Grande, sabíamos que esto iba a ocurrir. Compartimos muchas cosas en común y la movilidad entre las dos ciudades es inevitable, pero hay que cortar la cadena de transmisión”.
“Lo más imponte seria tener una mirada realista, porque esto va para largo. Insistimos en que hay que actuar sobre todo sobre los pacientes sintomáticos y aislar a sus contactos. Comunicar de forma bien clara sobre cuáles son los síntomas. Con los hisopados nunca va a ser el número real, siempre va a haber casos de pacientes que no consultaron o los hisopados dieron negativos”, señaló.
Y puso el foco sobre “la gente que minimiza los síntomas o tiene miedo de perder su puesto de trabajo y de alguna manera no consulta, eso es muy peligroso, sobre todo los primeros días de mayor contagiosidad”.
Sobre la situación de Río Grande, Alba afirmó: “Que haya muchos fallecidos significa que hay una circulación intensa, no habla de una tasa elevada de casos no documentados. Habrá que esperar lo que pasa en Ushuaia para hacer comparaciones. En los fallecimientos tiene que ver mucho la demografía”.
“Es probable que, en este tiempo, del 15 al 20% del total de la población ya haya pasado por la enfermedad, estimando una tasa de letalidad del 0.3 al 0.5%. Rio grande tienen 100.000 habitantes. Una vez que se alcanza el 7% de mortalidad el índice de contagios desciende”.
También se refirió a la vitamina D, “una hormona que activa genes que regulan la salud de los huesos y músculos y el sistema inmunológico. En la isla no podemos acceder a la vitamina a través del sol, es fundamental la suplementación con vitamina D. Producto de la cuarentena los niveles de vitamina D son tremendamente bajos”.
“Los productos de mar tienen vitamina D, pero nosotros no lo consumimos como lo hacían los aborígenes, la única manera es el suplemento que se puede conseguir en los centros de salud”, concluyó.
