Este nuevo aumento se fundamenta en el valor del impuesto a los combustibles líquidos. Ese impuesto, que es de revisión trimestral, tenía que actualizar entre 11% y 12%. De esa forma, pasaba de representar a $ 8 a $ 9 en cada litro de nafta despachado. En lugar de aplicarlo ahora, el Poder Ejecutivo habilitó a las petroleras a realizar dos traslados, del 50% cada uno.
Para la nafta súper, representa alrededor de cincuenta centavos de incremento en marzo y otro tanto en abril. Por lo tanto, el mes que viene habrá un nuevo incremento, que su magnitud dependerá de cómo se mueva el dólar y de la cotización del Brent, el precio internacional del barril de petróleo
El incremento se debe, según indicaron en la petrolera, por tres razones: la actualización por inflación del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL), el aumento del precio internacional del barril del petróleo, que en febrero subió 7,3%, y por la variación del 2,7% del tipo de cambio.
El mercado de combustibles tuvo un retroceso en enero. Las ventas cayeron un 3,5%. La caída en el despacho de combustibles «premium» sigue siendo superior al crecimiento de las naftas súper.
El despacho de nafta premium bajó un 26% encomparación con el mismo mes de 2018, mientras que hubo una mejora del 4% en el despacho de nafta súper.
«La migración de parte de la demanda hacia un tipo de consumo de menor calidad y precio, fue una característica del análisis del sector en 2018», destaca la cámara Cecha, la más importante del sector.
Cabe destacar que, a principio de febrero, la empresa estatal había subido sus combustibles en un 1,6%.