La abrupta caída en los ingresos por producción de gas y petróleo, sumada al atraso cambiario y los bajos precios internacionales, amenaza la estabilidad económica de la provincia, en un contexto que se repite en toda la Patagonia.
La provincia de Tierra del Fuego atraviesa una crisis financiera derivada del marcado descenso en las regalías generadas por la producción de hidrocarburos, un fenómeno que se extiende a otras regiones petroleras y gasíferas de la Argentina. La combinación de un precio internacional deprimido, un tipo de cambio rezagado y una estructura productiva con altos costos operativos ha puesto en jaque los ingresos fiscales, generando incertidumbre sobre la capacidad de sostener las erogaciones públicas en el mediano plazo.
En Tierra del Fuego, donde la actividad gasífera es clave, la situación es particularmente delicada. A diferencia de otras provincias con mayor diversificación económica, la dependencia de las regalías hidrocarburíferas la hace más vulnerable a las fluctuaciones del mercado energético. El esquema de precios actual, que no acompaña los costos de producción, ha derivado en una reducción drástica de los fondos transferidos a las arcas provinciales. A esto se suma el desafío histórico de una logística costosa y una matriz productiva poco diversificada, lo que limita las alternativas para compensar la pérdida de ingresos.
El panorama no es exclusivo de Tierra del Fuego. Neuquén, principal productora de hidrocarburos del país, enfrenta una caída interanual del 13,7% en sus regalías, pese al aumento en los volúmenes extractivos. La explicación reside en la brecha cambiaria y la depreciación del crudo a nivel global. Chubut, por su parte, sufre un doble impacto: la baja en el precio del petróleo Brent y la menor competitividad de su producción convencional frente al shale de Vaca Muerta.
En Santa Cruz, donde los hidrocarburos son pilares de la recaudación, el gobierno advierte sobre las dificultades para mantener la inversión en infraestructura y servicios ante el deterioro de los ingresos. Mendoza, aunque con menor peso relativo del sector, también registra una merma en regalías, agravada por la disminución en la coparticipación federal y la recaudación tributaria local.
El escenario exige respuestas coordinadas entre las provincias y el gobierno nacional, en un contexto donde la volatilidad energética global y las distorsiones macroeconómicas locales profundizan la crisis. Mientras tanto, Tierra del Fuego y sus pares patagónicos buscan alternativas para evitar un colapso fiscal que ya se vislumbra en el horizonte.
