El consultor de Ecotono advirtió sobre los riesgos para la
producción local tras la eliminación de aranceles a las
importaciones, pero destacó que el régimen industrial no puede
ser tan rígido.
En medio del debate nacional por las medidas económicas anunciadas
por el gobierno, que incluyen la reducción de impuestos internos y la
eliminación progresiva de aranceles para celulares, Federico Rayes,
titular de la consultora Ecotono, brindó un análisis exhaustivo sobre los
posibles efectos en Tierra del Fuego. Durante una entrevista en FM
Master’s, Rayes destacó que esta medida impacta en el corazón del
régimen industrial fueguino -celulares, aires acondicionados y
televisores-, pero subrayó que las empresas ya venían anticipando
cambios.
El celular está en el centro de la discusión porque es el producto que
más rentabilidad les da a las empresas, explicó Rayes. Cuando
desaparece el arancel del 16% y solo queda un diferencial del 9,5% en
impuestos internos, la competitividad-precio se tambalea. El consumidor
elegirá el más barato, y si es importado, la producción local puede
quedar fuera.
Con una industria electrónica que emplea hoy a 6.300 de las 8.500
personas del sub régimen, el riesgo para el empleo es tangible: las
empresas tienen que revisar sus ecuaciones de negocios y en función de
ello ver que decisiones de producción toman.
Sin embargo, Rayes matizó el alarmismo: Esto no es nuevo. Hace una
década que se habla de ajustes al régimen. Las empresas comenzaron
su diversificación; no solo las dos grandes, sino también las demás,
tienen otras unidades de negocio fuera del subrégimen, incluso con base
en el continente.
Criticó la rigidez del sistema actual -los procesos productivos que
aprueba la Nación son rígidos y tienen condicionantes que ahogan la
productividad- y planteó que la solución pasa por reformular el modelo:
¿Cómo defendemos la soberanía industrial sin que el costo recaiga en
el consumidor? Hay que bajar impuestos provinciales, flexibilizar
procesos y buscar mejorar la competitividad sistémica.
Sobre la eliminación de aranceles, recordó que otros productos, como
aires acondicionados, mantienen tasas arancelarias en torno al 18%, y
televisores en torno al 11%, lo que mantiene la protección al producto
fueguino. Pero insistió en que el mensaje del gobierno nacional es claro:
Hay una presión implícita para que la provincia también aligere cargas.
Si no, el esquema es insostenible.
Finalmente, Rayes llamó a evitar simplificaciones: la Nación impone
nuevas condiciones que exigen adaptación. Las empresas son
organismos vivos; si les dan flexibilidad, encontrarán cómo competir.
La pregunta que queda flotando es si habrá tiempo para esa transición
antes de que los primeros efectos se materialicen.