Hace al menos diez años los fueguinos, por nacimiento o por
adopción, venimos repitiendo: “debemos cambiar la matriz
productiva”. Pareciera más una expresión de deseo que, de ideas
concretas, un sin fin de charlas vacías ante lo que advertimos
todos; el mundo cambió.
Tres años atrás, el entonces Gobierno de Alberto Fernández anunciaba
la creación del fideicomiso “fondo para la matriz productiva”, que se
sostendría a través del cobro a las empresas que gozaran de los
beneficios del sub-régimen, con el objetivo de generar financiamientos a
distintos proyectos destinados, una vez más, “al cambio de la matriz
productiva”.
Hoy cambian los signos políticos, asume el actual gobierno con una
política juzgadora y crítica al manejo de fideicomisos existentes. Por
suerte, por lógica, por convicción, por conveniencia o por simple
decisión política el fondo para la matriz productiva ha subsistido. Un
fondo que, fue y es integrado, en su comité, por miembros
representantes de la provincia y de la nación.
Al margen de la existencia de este fondo, miles y miles de charlas se
han dado en torno al “cambio de la matriz productiva” aunque poco, o
relativamente nada, ha sido materializado. El “cambio de la matriz
productiva” parece más un eslogan vacío de contenido que un semillero
de proyectos.
Quizás, nos cuesta a los fueguinos ser propositivos y por el contrario
somos abanderados de la crítica y palabrerío.
Hoy nos cuestionamos, cómo nos impactará la medida anunciada por el
vocero presidencial; que supone la quita de impuestos a la importación
y la quita de impuestos internos sobre teléfonos, televisores y aires
acondicionados.
Productos que producimos hace años, pero: ¿son éstos los únicos
productos que producimos, son acaso los únicos que podemos producir?
La pregunta es ¿el cambio de matriz productiva también vamos a
esperar que lo importen? Mensaje reflexivo para los gobernantes, los
dirigentes y para nuestros emprendedores que, incansablemente y pese
a los vaivenes económicos de este país, siguen apostando en él.
Hace tres meses, hubo un cambio en la regulación de beneficiarios que
podrían acceder al financiamiento del Fondo de la Ampliación de la
Matriz. Amén de permitirle a las propias empresas aportantes ofrecer
proyectos, también se abrió la posibilidad a otras empresas locales, a
gobiernos, municipios y entes nacionales o provinciales.
Sería interesante conocer, más allá de las gastadas y repetidas frases,
las ideas y proyectos que realmente puedan materializarse.
La diversificación de la matriz productiva, como una expresión de deseo,
hoy se está transformando en una realidad, o diversificamos o no hay
matriz de producción. Eso nos invita, no a criticar, sino a accionar.
Por qué la alternativa es: ¿el cambio de matriz productiva también
vamos a esperar que lo importen?