Ayer, el canciller argentino Jorge Faurie demoró la manifestación del Gobierno Nacional con respecto al golpe de estado en Bolivia. “No tenemos los elementos para decir que fue un golpe”, dijo el Canciller.
Más tarde, el Radicalismo que integra la alianza Cambiemos en el gobierno, se despegó de esas interpretaciones y del silencio del presidente Mauricio Macri, y emitiendo un duro comunicado que denomina lo sucedido en Bolivia como un golpe de estado.
“Esto ha sido un golpe de estado que nos retrotrae a épocas pasadas, cuando las democracias de los países fueron arrasadas por el poder de las armas, siempre con la complacencia del factor externo”, afirmó el vicegobernador Juan Carlos Arcando.
“Bolivia estaba saliendo de la crisis que vivía, exportando sus recursos a nivel mundial y mejorando la calidad de vid de los bolivianos. Fue una renuncia intimidatoria, lo llevaron a tomar esa decisión. También están asediando a los diputados y senadores de su partido”, agregó Arcando.
Y aseguró que, durante el polémico proceso electoral de ese país fueron cortados los servicios de internet mientras se realizaba el conteo de votos. “Venia ganando por más de 7 puntos y cuando vuelve el recuento terminan ganado por más de 10, entonces intervino la OEA. Las minorías golpistas no quisieron nuevas elecciones, sino que se vaya”.
Para Arcando “es irresponsable decir que no hay elementos para decir que fue un golpe de estado. Es una derecha retrograda que desprecia los principios básicos del estado de derecho. Un diplomático de la envergadura de él, que puede acceder a mucha más información, es inadmisible que lo haya calificado así”.
“Hay una penetración extranjera que quiere desestabilizar gobiernos, y teneos que trabajar en unidad para que estas cosas no ocurran. Si no nos unimos los argentinos podemos estar recorriendo ese mismo camino. En ver cómo podemos colaborar para la unidad latinoamericana, para enfrentar a las otras potencias como bloque, sino vienen por las riquezas de Latinoamérica”, concluyó el vicegobernador.
