Por Verónica Benaim, desde el Congreso Nacional.
La derrota de Juntos por el Cambio en las elecciones presidenciales comenzó a tener consecuencias inmediatas los días posteriores en el Parlamento.
Si bien en la Cámara de Diputados Cambiemos aumentó el número de representantes para el período que comenzará luego del 10 de diciembre, una renuncia sorpresiva conmovió a todo el espacio parlamentario.
El lunes Elisa Carrió, fundadora de la Coalición Cívica – partido aliado al derrotado presidente Mauricio Macri- llegó a la Casa Rosada para participar de la reunión de la mesa de acción política.
En ese marco, le comunicó a Macri que iba a alejarse de la política. En declaraciones a la prensa acreditada argumentó: “Terminó mi misión, el año que viene no voy a estar más en la vida política. Después de 25 años de ser un alma secuestrada y de entregarle todo prefiero estar en mi casa o en Ezeiza, pero ya no en el parlamento nacional”.
Ante las miradas incrédulas, ayer pasado el mediodía ingresó a la mesa de entradas de la Cámara de Diputados la nota dirigida al presidente del cuerpo Emilio Monzó.
En la misma, Carrió comunicaba su “renuncia irrevocable” para el periodo 2020 y le solicitaba a Monzó que “se arbitren los medios para que el cuerpo la acepte”.
En su lugar, por cumplimiento de la Ley de Paridad, asumirá la macrista Patricia Holzman, quien actualmente se desempeña como funcionaria de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Holzman completará el mandato hasta 2021, ya que Carrió había sido electa en las elecciones legislativas de 2017, cuando encabezó la lista de diputados nacionales en la Ciudad de Buenos Aires.
Las repercusiones en el palacio legislativo
Luego de la renuncia de “Lilita” a su banca, el bloque de la Coalición Cívica se reunió para respaldar la decisión de su líder política. En un comunicado de prensa expresaron su acompañamiento manifestando que la medida personal se tomó “luego de cumplir con uno de los objetivos primordiales del partido: dejar una república fortalecida”.
En ese punto los “lilitos” explicaron que “por primera vez en 80 años un presidente no peronista termina su mandato” y anticiparon que Ferraro, presidente de la CC porteña que asumirá a partir del 10 de diciembre será el titular del bloque de cara a los próximos cuatro años.
En diálogo con la prensa, el titular actual de la bancada, Juan Manuel López, expresó: “El congreso y los argentinos pierden una voz importante, poderosa, fuerte, desinhibida, que dice todo, que conoce la constitución, las leyes y que tiene una experiencia parlamentaria. Esa pérdida si es irreparable para el pueblo. Nosotros vamos a tratar de suplir entre muchos ese rol que tanto le ha dado a la democracia y al debate público”.
Por su parte desde el PRO, Pablo Tonelli lamentó la decisión y destacó el trabajo de Carrió en el recinto. En ese sentido, el legislador platense, manifestó: “Me parece que por sobre todas las cosas la valentía para decir las cosas y la franqueza para pronunciarse sin ningún tipo de vueltas, eso sin la menor duda posiblemente quede como el sello más importante de lilita”.
Los amagues de Lilita
Muchos de sus compañeros de bloque admitieron que hace muchos años, Carrió se quiere correr de la política activa. Con brillo propio, la chaqueña llegó al Congreso en diciembre de 1995 y desde entonces ha sido diputada ininterrumpidamente.
Según cuenta el libro “Gobernar en minoría”, el periodista José Di Mauro, en Lilita ya había anunciado su renuncia voluntaria en el año 2007 para abocarse de lleno a la campaña electoral para la presidencia de la Nación.
En ese momento consideró que “su rol en el Congreso carecía de sentido, que el Parlamento estaba yermo y que no volvería nunca más a ocupar una banca”.
