Por Pablo Riffo.
“Lo felicito. En su presidencia se logró 20 años de negociación. Tenemos acuerdo Unión Europea-Mercosur”. El mensaje de voz del Canciller Jorge Faurie recorrió las redes sociales a través de las cuentas oficiales del presidente de la Nación, Mauricio Macri. Un emocionado ministro de Relaciones Exteriores y Culto le daba la novedad al presidente Mauricio Macri de las negociaciones.
Más tarde el propio presidente publicó un video desde Japón dando más detalles de la novedad. “Luego de más de 20 años de negociaciones logramos firmar el acuerdo UE Mercosur. Es un hito para ambos bloques, especialmente para la Argentina, porque nos marca una hoja de ruta, para que podamos profundizar estos cambios que iniciamos hace 3 años y medio. Una hoja de ruta que nos va a llevar a generar más empleo, más oportunidades para los argentinos, los brasileños, los uruguayos y los paraguayos. Porque habiendo recuperado una muy buena relación trabajamos en equipo. Habiendo recuperado una muy buena relación trabajamos en equipo. Y las buenas relaciones que estamos teniendo con Alemania, Francia, España; todo eso nos sirvió para llegar a ese acuerdo. Así que muy contento, sigamos para adelante” dijo Macri en un video de apenas 44 segundos.
El acuerdo había comenzado sus negociaciones en 1999, se detuvieron, pero se retomaron durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner en el año 2010. Si bien los detalles generales del acuerdo se conocen, todavía resta saber la letra chica del mismo, y que la misma pase por el Congreso de la Nación, en Argentina y el resto de los países que forman parte del acuerdo.
Sin embargo, tanto el gobernador electo, Gustavo Melella como la gobernadora Rosana Bertone se expresaron con preocupación al respecto. La mandataria fueguina presentó una nota el viernes pasado ante la Cancillería expresando “la enorme preocupación” por el impacto que tendría en la industria y la producción fueguina el acuerdo.
Bertone lamentó “la manera inconsulta” en que se avanzó con este acuerdo y expresó sus cuestionamientos por las consecuencias que el mismo generará en la industria Tierra del Fuego. “No queda claro cuáles serán los beneficios concretos para nuestro país” dijo en línea con lo expresado por el candidato presidencial, Alberto Fernández remarcando que “sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino”.
La gobernadora exigió que se informe a la Provincia sobre los impactos que el acuerdo con la UE generará en el trabajo y la producción de Tierra del Fuego y que se informe “cómo se defenderá la posición soberana de la Argentina sobre nuestros territorios insulares, la Antártida y las islas del Atlántico Sur”.
Por su parte, Melella a través de su cuenta de Twitter dijo que “Frente al Acuerdo Mercosur-UE, como gobernador electo de Tierra Del Fuego, provincia que ha sido tan castigada en su desarrollo industrial, quiero expresar mi preocupación”.
Según el actual intendente de Río Grande “por lo que pudimos conocer, resulta inquietante la competencia que se puede generar con productos similares que se fabriquen en la UE y en nuestra zona. Para el futuro de la industria fueguina y sus trabajadores sería muy perjudicial. Es de suma importancia que las negociaciones que involucran a tantos sectores de la sociedad se hagan de cara al pueblo ya que las consecuencias de las decisiones caen en el conjunto de los argentinos”.
El análisis coincide, a priori, con lo que señalan algunos expertos en la materia. El economista Raúl Dellatorre señala, entre otros puntos, que “el acuerdo favorece el comercio intraindustrial al reducir los aranceles para insumos y bienes de capital” algo que “para los dirigentes de sectores industriales y para el sindicalismo argentino, no son beneficios sino altísimo riesgo para las empresas argentinas de perder posiciones frente a la competencia europea, con escasa o nula posibilidad de acceder a los mercados europeos a cambio”.
De la misma manera el economista Matías Tombolini apuntó que la apertura de los mercados no representa una competencia igualitaria dado que “el que fabrica en argentina tiene una estructura de costos con una presión impositiva mucho más alta” en comparación con la de los demás estados del acuerdo.
A través de La Nación+ Tombolini remarcaba que “el que compite es el Estado Argentino y su presión fiscal”.
Más dudas
El precandidato a presidente Alberto Fernández a través de su cuenta de Twitter también se refirió al acuerdo de libre comercio anunciado por el gobierno nacional. “No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para nuestro país. Pero sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino” tuitteó Fernández quien reforzó la idea de que “un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos”.
Más tarde en declaraciones a Radio 10 Fernández amplió sus criticas respecto del acuerdo. “Esto es un enorme acto más de irresponsabilidad de Macri ¿Quién puede estar en contra del acuerdo con la UE? Pero tenemos que saber qué queremos hacer, si queremos ser la factoría de los años ’20. Sé lo que la UE hace y reclama, yo lo sé. Si este acuerdo está avanzando es para que vendamos producción primaria en términos acotados y ellos nos inunden de productos manufacturados», manifestó.
«Quiero ver que va a pasar con la industria automotriz. Esto es un enorme acto más de irresponsabilidad de Macri. Si hay algo que caracteriza al gobierno de Macri es la improvisación» dijo Fernández.
Justamente parte del acuerdo es la reducción del 91% de los aranceles que Mercosur imponía a los productos importados desde Europa. Los aranceles de Mercosur a los autos europeos (35%), a las piezas de autos (de 14% a 18%), a los equipos industriales (de 14% a 20%), a la química (hasta el 18%), a los vestidos y calzado (hasta el 35%) y a los productos farmacéuticos (hasta el 14%) serán eliminados paulatinamente en períodos de cinco a 10 años, representando un ahorro de hasta 4.000 millones de euros anuales para las empresas europeas.
Por su parte la Unión Europea eliminará el 92% de sus aranceles actuales a productos de Mercosur. Sin embargo, existe un mecanismo de salvaguarda bilateral que permitirá tanto a la UE como al Mercosur “imponer medidas temporales a las importaciones reguladas en el mismo en el caso de que se produzcan aumentos inesperados y significativos de las importaciones que provoquen, o puedan provocar, serios daños a sus industrias domésticas”.
Otro de los aspectos por los cuales se remarca la preocupación del acuerdo tiene que ver con que, por primera vez en su historia, los países de Mercosur abren sus mercados públicos a empresas europeas.
Con esto una empresa italiana podrá competir -en teoría-, en igualdad de condiciones con una empresa argentina por el concurso para construir una ruta.
Los gobiernos de Mercosur se comprometieron a publicar en un único punto online las condiciones de esos contratos como medida de transparencia. Las empresas del Mercosur tendrán los mismos derechos en Europa, a los que añadirán el poder concursar para contratos con las instituciones europeas.
Las dudas abundan, pero las certezas podrán conocerse recién cuando los distintos parlamentos de cada país aprueben la letra chica del acuerdo. Por las dudas, las alarmas están encendidas.
