“Hace falta que tengamos algún tipo de organización coherente a nivel nacional”, dijo el Presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli.
Y explicó que “si recibimos un pasajero en Ezeiza, y llega a Buenos Aires y hace sus actividades, cuando llegue a Tierra del Fuego, los requisitos que le pida la provincia sean los mismos que les piden en Buenos Aires”.
“Si llega a Ushuaia o a cualquier otro destino que tenga una política distinta a esa, genera una complicación para el desarrollo del turismo. Necesitamos una cuestión que sea centralizada con todos los destinos turísticos de Argentina, y que puede ser manejada a través de las autoridades nacionales”, pidió Brisighelli por Fm masters.
Y advirtió que la medida “necesita sí o sí la anuencia de todos y cada uno de los destinos, cualquiera de esos destinos que tome una decisión en contrario afecta seriamente la posibilidad de una temporada”.
Desde el sector del Turismo ya dan por perdida la temporada de invierno. Si bien se autorizó la apertura del sector para el turismo interno, la vuelta a fase uno en Río Grande, que aportaba la mayor cantidad de clientes, volvió a golpear al rubro.
El año pasado, el movimiento interno representó el 1% del movimiento total, y este año no se llega si siquiera a ese número.
“Los únicos establecimientos que han tenido continuidad son los gastronómicos, porque los vecinos de Ushuaia tienen la costumbre de salir. Pero ninguno de ellos estuvo lleno, que hoy por hoy es el 50% de la actividad normal. La mayoría fueron aperturas que llevaron a amortizar las perdidas y no para ganar dinero”, dijo el titular de la Cámara de Turismo por Fm Masters.
“En la medida que esta situación médica, que no depende de la voluntad de nadie, pero que se va alargando en el tiempo, cada vez se va haciendo más difícil que tengamos una temporada de verano”, consideró.
Y agregó que “estamos evaluando una temporada de verano que, si somos extremadamente exitosos, quizá llegue a un 50%”.
