“Tenemos 24 puntos para Alberto Fernández y 32 para Macri, una diferencia de 22 puntos. Lo que indica que, tanto la imagen del presidente como la aprobación de la gestión vienen claramente en caída”, dijo Gustavo Córdoba, encuestador y analista político.
“Esto demuestra que las campañas del gobierno se detienen solo a preservar sus votantes, a tratar de evitar perder más de lo que perdió. A nivel nacional tienen un 30%, que es el piso y el techo, como máximo puede llegar a un 34%”, dijo Córdoba por Fm Aire Libre.
Según el encuentador, en un escenario eventual de balotage, Alberto Fernández llegaría a un 58%. “Con lo que la elección estaría resuelta, no vamos a ir a un balotage”, dijo Córdoba.
En cuanto a los tres distritos más importantes para el oficialismo, Córdoba, capital federal y Mendoza, el analista dijo que “en Mendoza es probable que Cambiemos pueda tener una leve desventaja, porque la candidata del peronismo Anabel Fernández Sagasti, tiene buena intención de voto”.
“En Córdoba, veo lo opuesto, la clase media que posiblemente haya votado a Macri en 2015 ha dejado de votar a Macri, en el mejor de los casos va a mantener el 42% aunque posiblemente decaiga. Es probable que gane Macri pero con una diferencia menor a la de las PASO, explicó.
“En capital federal, la intención de Larreta es ganar en primera vuelta. Pero hay que entender la cantidad de años que esta gobernando Larreta, y que Macri lo tira para abajo. Además, si es que hay un balotage en capital, Larreta tiene un escenario complejo, y si gana va a quedar como líder de la oposición”.
Mientras que en Tierra del Fuego, en las PASO, Alberto tuvo poco más que un 55% de los votos, y Cambiemos llegó a un 20%. “Es probable que la diferencia se amplié a favor de Alberto. Votó el 75% del padrón en las PASO, habrá que ver si esa movilización electoral aumenta, pero creo que va a bajar”, afirmó Córdoba.
Según el analista, “la imagen negativa no es un elemento que impida votar a un dirigente. En términos de la opinión pública, las expectativas económicas en el día a día siempre posterga las miradas a largo plazo”.
“El gran déficit del gobierno ha sido no entender el cambio de contexto, han seguido con el tono electoral del principio de la gestión y no lo han ajustado a los cambios de sus políticas económicas. Va a pasar a la historia como uno de los gobiernos que no estaban preparados para ganar la elección hace cuatro años, así como tampoco para gobernar y mucho menos para el final, con la derrota que sufrieron en agosto. Es un Gobierno improvisado”, opinó.
