Gaston Lodos.- “En ningún momento el objetivo ha sido otro que el interés nacional. Cada uno de los funcionarios de la Cancillería tiene la camiseta puesta”, afirmó el 28 septiembre de 2016 Carlos Foradori, vicecanciller de la administración de Mauricio Macri, ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación.
Foradori había sido citado para brindar explicaciones del flamante acuerdo que, quince días antes, había sido publicado con las rúbricas del funcionario argentino y Alan Duncan, Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña para Europa y las Américas.
El acuerdo de cooperación entre Argentina y Reino Unido, que fue presentado como un logro diplomático de la República Argentina, tenía en su texto el compromiso argentino de «remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas».
En las últimas horas llamó fuertemente la atención un fragmento del último libro de Duncan, In the thick of it – El diario privado de un ministro, publicado hace un año, en el que relata sus memorias en la vida política e institucional de su país; con un apartado dedicado al trasfondo de ese acuerdo con Argentina.
Desde Tiempo Fueguino accedimos al libro que, a modo de diario íntimo, relata el encuentro en el que se cocinó el acuerdo, que tuvo lugar en la Embajada británica en Buenos Aires. A continuación compartimos una trascripción de corrido del fragmento:
“Debajo de la residencia de la Embajada hay una bodega fabulosa, bien iluminada, con las paredes revestidas de botellas de Merlot. El ambiente es lo suficientemente bueno para un encuentro y ahí nos encontramos con Carlos Foradori, el Viceministro de Relaciones Exteriores. Fue un buen buen telón de fondo para algunas negociaciones delicadas en torno a asegurar vuelos extra hacia las Malvinas (N.d.R: Duncan, en su libro, utiliza la denominación invasora para las islas)- por millones de razones, esto requiere la cooperación de Argentina para cualquier conexión que vía continente”.
Y sigue Duncan: “A medida que una botella tras otra iba desde la bodega hasta la mesa, las negociaciones mejoraron. Cerca de las 2 de la mañana, nos dimos en un acuerdo general”.
Para que no quede duda alguna de lo que el ex funcionario británico busca transmitir, en el libro relata una conversación que tuvo al otro día con el embajador británico Kent:
“Mark Kent dice que Foradori lo acaba de llamar para decirle que estaba tan borracho anoche que no puede recordar los detalles del acuerdo. Como un buen británico, Mark le recordó lo que había acordado, fielmente y sin embellecimientos. Por lo que creo que todavía estamos en buen camino.”
Casi al instante de la viralización del texto de Duncan, las reacciones en todos los niveles de la política e institucionalidad no se hicieron esperar.
En la provincia, el gobernador Melella lanzó una gacetilla en la que afirmó: «Esta es una prueba más de cómo se manejó la política exterior del gobierno de Macri en torno a nuestra soberanía territorial.”
Mientras tanto, en la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional, senadores del oficialismo y de la oposición, después de picarse en torno a las políticas de soberanía de tal o cual gobierno, acordaron citar al ex vicecanciller argentino a dar sus explicaciones.
El Poder Ejecutivo tampoco tardó en tomar el toro por las astas. Desde Cancillería, y con la firma de Santiago Cafiero, se inició una investigación interna a fines de determinar «posibles incumplimientos de los deberes de funcionario público” por parte de Foradori.
A la luz de estas publicaciones, la abogada Valeria Carreras amplió la denuncia judicial que había realizado en 2019 por «traición a la patria» contra el expresidente Mauricio Macri. «Hay un hecho nuevo en este acuerdo aberrante que no se podía firmar ni borracho», señaló Carreras en declaraciones a Radio 10.
En la denuncia de la abogada, se hace especial hincapié en que, luego de oficializado el acuerdo, se avanzó en licitaciones y adjudicaciones de áreas del Atlántico Sur a empresas británicas, la concesión de vuelos directos hacia Malvinas y de permisos de pesca y explotación del territorio marítimo en el Atlántico Sur.
En el año 2019, la senadora Magdalena Odarda presentó un proyecto de Ley para derogar el acuerdo Foradori-Duncan pero al día de hoy, a pesar de las múltiples críticas y aunque su ejecución no sea plena, sigue vigente.
