Por Elias García.
En una jornada especial para la ciudad de Río Grande, la primera Capital Alterna de la República Argentina, los vecinos se convocaron a los diferentes puntos de la agenda del presidente Alberto Fernández para disfrutar su presencia y, en algunos casos, reiterar el reclamo por la prórroga del subrégimen de promoción industrial que mantiene en vilo a la provincia.
Las medidas precautorias por la pandemia del COVID-19 como el distanciamiento social y la utilización de tapaboca-nariz se cumplieron en buena parte hasta los minutos previos a la llegada de Alberto, que motivó la aglomeración de las personas contra el vallado de seguridad en el Monumento a los Caídos y Veteranos de Guerra de Malvinas.
Tras su arribo al Aeropuerto Internacional “Ramón Trejo Noel” el mandatario presidencial fue trasladado a ese lugar en el que lo esperaron más de 300 personas, con la autoconvocatoria de organizaciones sociales como el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); todos en apoyo al Presidente.
El único incidente del extenso día se suscitó en la antesala de la llegada del Presidente al lugar, en la primera fila sobre el vallado de seguridad que distanció a los vecinos de las autoridades presentes, debido a que los propios militantes de Barrios de Pie se disgustaron por dos banderas en reclamo de la prórroga del subrégimen y mantuvieron una discusión con los manifestantes, por lo que intercedió el personal de Gendarmería.
Al cabo de algunos minutos, después de la foto formal, Fernández se acercó al vallado y saludó a los presentes, con quien también se tomó algunas imágenes antes de emprender otro traslado en una combi hacia las instalaciones del Polideportivo “Carlos Margalot”.
El recinto de Chacra II, que también recibió en 2011 a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, albergó la reunión de ministros en el marco de las Capitales Alternas, pero además tuvo el recibimiento oficial de parte del intendente Martín Pérez; y las alocuciones del gobernador Gustavo Melella, el propio Fernández y el Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
En la puerta del Margalot lindante a la calle Luisa Rosso, en simultáneo con la conferencia de prensa de Melella, Vuoto, Pérez y funcionarios nacionales; Alberto fue esperado por un puñado de vecinos que, valla mediante, buscaron saludar al mandatario.
Una situación similar se vivió después de las cuatro de la tarde en inmediaciones del Grande Hotel, con unas 20 personas que aguardaron la culminación del almuerzo de toda la comitiva para compartir unos segundos con Alberto.
El Presidente, con fuerte custodia a lo largo de toda la jornada, repitió saludos y se tomó algunas “selfies” con los presentes antes de subir por última vez a la combi que lo derivó al aeropuerto para el vuelo de regreso.
Las muestras de afecto de la población se visualizaron en algunas banderas apostadas por distintos lugares de la ciudad, como la que lució en un domicilio cercano al Grande Hotel con la leyenda “Bienvenido Sr. Presidente”, al lado de la bandera argentina.
Tampoco estuvo exento de saludar a Fernández la mayoría del arco sindical: Petroleros Privados, la UOCRA (que colocó una bandera en las afueras del hotel desde el domingo) y Camioneros fueron algunos de los gremios que manifestaron su satisfacción por la visita.
