Por Elías García.
En otro episodio que marcó un claro retroceso con respecto a la defensa de la soberanía de las Islas Malvinas, este miércoles 20 de noviembre, la empresa Latam Brasil voló por primera vez desde San Pablo, con escala en Córdoba, hacia la base militar Mount Pleasant, cerca de Puerto Argentino.
Pese a la expectativa que se generó sobre una cautelar presentada por la abogada Valeria Carreras, que esgrimía un acuerdo inconstitucional y la falta de tratamiento del tema en el Congreso Nacional (según el artículo 75 de la Constitución Nacional); el juez federal Luis Rodríguez ratificó el mismo miércoles el vuelo: “Conforme los antecedentes reunidos, todos los organismos públicos argentinos intervinientes han sido contestes en resaltar que las Islas Malvinas corresponden a la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur de la Nación Argentina y que el tramo Córdoba-Islas Malvinas es de cabotaje”, consignó en su resolución.
Apenas 40 personas, en su mayoría británicos, siguieron viaje hacia Malvinas. Sólo cuatro pasajeros (dos periodistas locales y dos de Buenos Aires) se sumaron al Boeing 767 en el Aeropuerto de Córdoba.
En algún momento de la discusión por la instauración del polémico vuelo (que generó un marcado rechazo de las autoridades municipales de Río Grande), el gobierno nacional lo consideró una herramienta para que los familiares de los Caídos en Malvinas pudieran tener mayor conexión con el archipiélago, sin embargo en el primer vuelo no hubo presencia argentina más allá de los trabajadores de prensa.
La argumentación de los kelpers, la población británica implantada en las Islas, es mucho más clara: “Este trayecto con San Pablo significará una puerta de entrada para turistas de todo el mundo e incluso nos servirá a nosotros para poder viajar como turistas a diferentes países de una mejor manera. Además, representa una apertura comercial para la isla”, expresó, en pleno vuelo, un integrante de la Asamblea Legislativa del Gobierno de las Islas Malvinas, Roger Spink.
Ingresando al sitio web de Latam, el costo del vuelo (ida y vuelta), de escala mensual, ronda los 1090 dólares; aproximadamente, según el cálculo de la misma empresa, unos 68.170 pesos argentinos. Un precio inaccesible para los ingresos promedio de un ciudadano argentino.
Reiteradas críticas
Tanto el gobernador electo, Gustavo Melella, como el Intendente electo de Río Grande, Martín Pérez, rechazaron el vuelo inaugural desde Córdoba a Malvinas.
El actual Intendente Melella fue contundente y expresó que el vuelo “afianza la presencia ilegítima del usurpador inglés”. “Nadie puede negar que esta medida forma parte de la política del gobierno nacional para facilitar la usurpación británica de las Islas. Con el presidente electo, Alberto Fernández, hemos sellado un acuerdo para modificar toda esta situación y estamos esperanzados en poder hacerlo”, aseguró.
Por su parte, el Intendente electo, Pérez, expresó que “duele ofende y exaspera”. “Era una demanda persistente del Reino Unido para acelerar la explotación ilegal de nuestros recursos naturales, y la militarización del Atlántico Sur. El aumento de la conectividad va en perjuicio de la posición argentina, lo cual implica atentar contra el cumplimiento de nuestra Constitución Nacional, redundando en más pérdida de soberanía», sumó el actual diputado nacional, quien también remarcó la importancia del acuerdo Foradori – Duncan, firmado el 13 de septiembre de 2016 entre el vicecanciller de la Nación, Carlos Foradori, y el representante británico Sir Alan Duncan.
