En el encuentro, el gobernador estuvo acompañado por la diputada fueguina Mabel Caparrós, y se abordaron aspectos vinculados a la soberanía nacional y al cruce de aguas argentinas, entre Santa Cruz y Tierra del Fuego, entre otros temas de real trascendencia para la provincia.
“Nos llena de esperanzas ver la coincidencia, el trabajo serio y la decisión política de avanzar en un tema tan sensible para los santacruceños y fueguinos como es la soberanía, el Cruce por Aguas argentinas. Es un punto de encuentro para poder avanzar en un desarrollo conjunto como región en muchos temas vinculados al desarrollo”, puntualizó el Gobernador.
El reclamo por un cruce por aguas argentinas viene de largo arrastre en la provincia. Quienes sostienen la necesidad de un cruce se aglutinaron en la Federación Popular del Transporte de Tierra del Fuego (FEPOTRA), desde donde se insiste con el reclamo, que hasta ahora tuvo poco eco en los sucesivos gobiernos.
Tres años atrás, el entonces diputado Gastón Roma había presentado un proyecto que contemplaba la construcción de un puente en Chile para el tránsito de vehículos, como solución a los problemas de conectividad de los fueguinos, lo que fue rechazad de plano por FEPOTRA mediante un documento.
“Desde el comienzo de la década del 70 el pueblo de Tierra del Fuego, a través de sus representantes en el Congreso de la Nación, han venido buscando la concreción de un cruce soberano por aguas argentinas, para dejar atrás la dependencia histórica de tener como única vía de acceso para entrar y salir de la isla, transitar por Chile y ceñirnos a su sistema migratorio, aduanero, fitosanitario, de seguridad y reglamentación vial; a su servicio de transporte marítimo y tarifas; a sus conflictos sindicales, gremiales y sociales que con todo derecho el pueblo chileno decide encarar”, explicaba FEPOTRA.
Y volvían a considerar que los objetivos de independencia comunicacional se darán “a través de una conexión marítima que nos garantice estar siempre dentro del país y por ende no tener que hacer ningún trámite fronterizo, son parte constitutiva de las necesidades históricas de los fueguinos. También una preocupación, un interés supremo y política de Estado de toda la Nación”.
El 31 de octubre de 2012 el Parlamento argentino sancionó la Ley Nacional 26.776 de Integración Territorial, que establece la conexión marítima entre la isla grande de Tierra del Fuego y el continente, “en orden a la menor distancia posible” a través de “buques portarrodantes” y la extensión de la Ruta Nacional N° 40 comunicando “las ciudades de Río Grande y Ushuaia”.