El 7 de septiembre se celebra en Argentina el “Día del Metalúrgico”, en homenaje al nacimiento de Fray Luis Beltrán, el primero que le dio un rol protagónico a la riqueza mineral del país para que preste servicio a favor de la independencia.
Fray Luís Beltrán nació en la provincia de Mendoza el 7 de septiembre de 1784. Tenía conocimientos de química, matemáticas y mecánica, fue designado por el General San Martín como Jefe del Parque de Artillería del Ejército de Los Andes.
Fue uno de los primeros en entender que la riqueza mineral del país podía prestar servicios valiosísimos en la lucha por la independencia, favoreciendo la fabricación de armas como fusiles y cañones.
La actividad metalúrgica se ha forjado en una de las principales del país, a lo largo de las décadas, razón por la cual también dio origen y un rol protagónico dentro de la esfera gremial a la Unión Obrera Metalúrgica, que el día de su nacimiento celebra el Día del Trabajador Metalúrgico.
En nuestra provincia el trabajador metalúrgico toma relevancia desde la Ley de promoción industrial 19.640 en el año 1972, mediante la cual se estableció un régimen especial aduanero y fiscal, con el fin de promover el desarrollo económico de la región.
Estas condiciones justificaron la aplicación de importantes incentivos para la radicación de empresas industriales y comerciales en la región.
Hoy el sector industrial atraviesa uno de los momentos más duros de su historia, sobre todo en Tierra del Fuego donde el porcentaje de desempleo es el más alto del país. Aquí, los trabajadores industriales sufren la precarización de su trabajo mediante contratos que van desde permanentes a discontinuos con suspensiones temporarias y que muchas veces terminan convirtiéndose en despidos.
De acuerdo a las cifras que maneja la Unión Obrera Metalúrgica, al año 2015 se registraba un total de 15.745 trabajadores en las fábricas. Sin embargo desde el 2016 todo empezó a irse a picada: en parte por las condiciones del mercado; pero principalmente por la efectivización de una política nacional dirigida a hacer desaparecer gradualmente el costo fiscal que genera la Ley de Promoción Económica 19.640.
Tres años después, a fines de 2018, la planta de trabajadores que declaran las fábricas que aún subsisten, se reduce a 7.997, según la misma fuente. En ese lapso cerraron nueve plantas fabriles (algunas de más de 30 años de radicación), se desmantelaron líneas de producción, se redujo progresivamente la actividad, se eliminaron horas extras y se encuentra en marcha un plan de reducción de las horas de actividad semanales.
En este sentido, se estima que la masa salarial se ha reducido en más de un 73% en relación al 2015.
La caída de los puestos laborales continúa de manera acelerada y se da sobre todo en la ciudad de Río Grande, que se constituye como el polo industrial de Tierra del Fuego.
A pesar de ello, los trabajadores se mantienen en pie de lucha para defender sus derechos desde el primer día. A todos ellos les deseamos un Feliz y Gran día.
