La demanda de ayuda social tuvo un incremento progresivo en estos 3 años, ya que, en marzo de 2016, en la secretaría de políticas sociales se entregaban entre 20 o 30 módulos alimentarios por mes, pero este año se entregaron 800 módulos en el mismo mes.
“Hay que tener en cuenta las situaciones familiares de personas que nunca habían solicitado ayuda en ningún estamento gubernamental”, dijo el subsecretario de desarrollo social del municipio, Pedro Otero, por Fm Aire Libre.
El funcionario evaluó que “en aquel momento los integrantes de una familia tenían ambos trabajando, y alquilaban, pero el aumento brutal de las tarifas, o la inflación que impacta en la disminución del poder adquisitivo, y el aumento en las cuotas del auto que en muchos casos tuvieron que vender para pagar el alquiler”.
“Después se fueron quedando sin alternativas, volcándose al mercado informal de trabajo, o changas, y vinieron a pedir asistencia en muchos casos por primera vez, sintiéndose mal por hacerlo, pero son recursos del estado destinados a tal fin”, afirmó Otero.
Y agregó que “la sensación que uno tiene es que no alcanza, son paliativos, lo que para algunos es demagogia y para otros no”.
Se trata de vecinos que vive hace 35 o 40 años en la ciudad, que nunca habían solicitado ningún tipo de asistencia de parte del estado, ni siquiera en la peor de las crisis de la se tenga memoria, la del 2001.
Si bien en las últimas semanas, algunos indicadores económicos parecían haberse estabilizado, no se nota, al menos desde las oficinas de Desarrollo Social del municipio, donde las familias reciben la ayuda social.
