En un testimonio que refleja la magnitud de la crisis de deuda de la línea de créditos UVA en Argentina, Mariana Veloso, una médica dedicada del Hospital Regional Ushuaia, relató la realidad que enfrenta junto con muchos argentinos atrapados en préstamos ajustados por índices totalmente irracionales.
«Todos los meses eso va creciendo, que es el capital», explicó Veloso por FM Master’s, refiriéndose al problema fundamental de los créditos UVA, cuyos montos adeudados se ajustan periódicamente con un índice especial, generando una espiral de deuda incontrolable. Según sus propias palabras, «hace tres meses me divorcio y ese monto se sigue tomando de los dos sueldos, por lo cual se me va descontando a mí de mi sueldo más del 50%. Con el agravante de que esto sube todos los meses».
Aunque ahora solo cuenta con un sueldo para afrontar la deuda, el monto de las cuotas sigue siendo calculado como si ambos ingresos estuvieran disponibles: «Con un sueldo mío, que es en este momento de $1,200,000 con suerte a veces llega $1,300,000, me están descontando, el mes pasado, $900,000».
«Es compulsivo con débito automático», lamentó, describiendo cómo el banco deduce automáticamente las cuotas apenas recibe su salario.
A pesar de un caso similar llevado a la justicia y que obtuvo un fallo favorable, el banco se niega a cumplir con la sentencia. Según Veloso, «el caso donde el Tribunal falló a favor de una damnificada, pero el banco no está acatando la sentencia judicial».
El abogado Rubio de Río Grande está liderando los reclamos de Veloso y otros afectados por la crisis de deuda UVA. Sin embargo, la falta de respuesta de los bancos a las decisiones judiciales los deja en una situación desesperada. «Hasta ahora el abogado es el que se presenta en la justicia, mueve todos los casos, pero el que tiene que respetar lo que determina la justicia no lo está haciendo, que es el banco».
La falta de tope en el aumento de las cuotas y la falta de respuesta por parte del banco han llevado a la médica a considerar la venta de su casa como una posible solución. Sin embargo, la magnitud de la deuda hace que esta opción sea inviable: «Lo que pasa es que, al ser tan alto el monto que se le debe al banco, es imposible vender la casa porque al venderla seguiríamos debiéndole al banco» explicó.
Su caso pone de relieve la complejidad de la situación de aquellos afectados por los créditos UVA. A pesar de ser una iniciativa gubernamental tomada durante la administración de Macri, la falta de soluciones viables para los deudores plantea serias interrogantes sobre la gestión de este tipo de préstamos.