El neurocirujano Carlos Cabrera detalló el éxito de la intervención pionera en el Hospital Regional Ushuaia, que redujo un 50% el dolor de la paciente. Destacó la innovación local y el ahorro frente a derivaciones costosas.
Por primera vez en el Hospital Regional Ushuaia, un equipo médico implantó un neuromodulador espinal para tratar el dolor crónico intratable, un procedimiento hasta ahora reservado a centros de alta complejidad en Buenos Aires. El neurocirujano Carlos Cabrera, quien participó activamente de la intervención, explicó en FM Master’s los alcances de esta técnica innovadora: «Es un sistema que se implanta para disminuir la sensación de dolor en pacientes que ya han fracasado con otros esquemas convencionales».
La cirugía, realizada con asistencia del Dr. Jorge Mandolesi, jefe de Neurocirugía de la Fundación Favaloro, y el Dr. Matías Delfitto del HRU, fue mínimamente invasiva y logró un resultado inmediato: «La paciente estuvo internada medio día, fue a su casa y ya está con un 50% menos dolor. Esperamos que mejore aún más con la rehabilitación», precisó Cabrera.
El dispositivo, comparado por el especialista con «un marcapasos pero más pequeño», se coloca sobre la médula espinal -en este caso a la altura de la quinta cervical- y se conecta a una batería subcutánea programable vía Bluetooth. «Regulamos frecuencia e intensidad de las descargas según las necesidades del paciente», agregó.
El procedimiento no solo representa un avance médico para Tierra del Fuego, sino también un alivio económico y logístico. «Antes estos casos se derivaban a Buenos Aires, con los gastos y el desarraigo que implica», señaló Cabrera. Aunque el costo del dispositivo es alto -equiparable a «un auto de media gama», el ahorro en medicamentos y viajes permite amortizarlo en 4 o 5 años.
Con esta intervención, el hospital ushuaiense consolida su capacidad para abordar patologías complejas sin depender de centros externos. «Es totalmente innovador», remarcó Cabrera, subrayando el entrenamiento del equipo local y el éxito de una técnica que promete cambiar la vida de pacientes con dolor resistente.
La experiencia piloto abre la puerta a futuras aplicaciones, posicionando a Ushuaia en la vanguardia de la neuromodulación en la Patagonia