La semana pasada, cuando el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez invitara a una mesa de diálogo con todos los peronismos, hubo dos gobernadores que se negaron a sentarse en una mesa con la ex presidenta Cristina Fernández: Uno de ellas fue la gobernadora Bertone. El Otro, Juan Manuel Urtubey.
En una entrevista concedida a al portal Infobae, el gobernador de Salta, una de las provincias más beneficiadas por el gobierno de Macri, calificó al peronismo de izquierda representado en la figura de Cristina como “una construcción personalista que se hizo a espejo de un liderazgo circunstancial que se agotó”.
El gobernador, que intentó imponer la educación religiosa en las escuelas públicas de Salta pero no pudo, dijo que “si nosotros creemos que el peronismo debe ser una expresión conservadora que trate de volver hacia el pasado, entonces ese sector tiene espacio.”
Para Urtubey, el peronismo conservador en el que se ubica “no puede criticar si Macri es de izquierda o de derecha”, sino que “tiene que ser una instancia superadora”.
Cabe recordar que Urtubey, igual que Bertone, ingresaron a la arena política durante la era kirchnerista, pero luego del triunfo de Macri, rápidamente se alinearon con el oficialismo apoyando las reformas Tributaria y Previsional presentadas por el ejecutivo.
El detalle: el mismo monistro del Interior, Rogelio Frigerio les exigió a los funcionarios del, gabinete nacional que “a ciertos gobernadores siempre se les atiende el teléfono”.