El presidente de la Cámara fueguina del sector, Darío Loreto, detalló la crítica ecuación de costos, marcada por aumentos imprevisibles y trabas logísticas, que amenaza la actividad.
El presidente de la Cámara de Transporte de Tierra del Fuego, Darío Loreto, expuso la compleja realidad económica que afronta el sector de cargas, definida por costos en alza constante y una planificación imposible.
En el centro de su diagnóstico, reveló una cifra contundente que ilustra la magnitud del desafío: “el costo final de un viaje completo Ushuaia–Buenos Aires–Ushuaia cuesta 6 millones de pesos”. Este monto, según detalló, sintetiza el impacto acumulado de combustibles, seguros, mantenimiento, neumáticos, salarios y amortización de los equipos.
Loreto identificó varios frentes críticos. El primero es el combustible, al que calificó como una “variable imprevisible y distorsiva” que destruye cualquier proyección, debido a aumentos semanales que las empresas no pueden trasladar de manera programada, tensionando severamente la liquidez.
Otro golpe significativo proviene de los neumáticos, aunque allí reconoció un alivio temporal gracias al financiamiento local, que compensa parcialmente los precios más altos respecto de los importados.
Frente a este escenario, la estrategia del sector pasa por una apuesta tecnológica e ingenieril: la incorporación de 20 bitrenes diseñados específicamente para la traza fueguina, con el objetivo de reducir entre un 20% y 30% los costos.
Sin embargo, este esfuerzo choca con un obstáculo externo clave: la falta de un convenio multilateral con Chile que permita el tránsito de estos vehículos de mayor porte por su territorio, lo que limita el ahorro potencial.
Loreto advirtió que, sin previsibilidad para organizarse, el año 2026 se presenta como un período extremadamente complicado para la logística en el extremo sur del país.


