El gerente general del emblemático tren fueguino repasó su historia, su impacto turístico y el comportamiento actual de los visitantes, destacando un equilibrio entre turismo nacional e internacional.
El Tren del Fin del Mundo, ubicado a 8 kilómetros de Ushuaia, no es solo una atracción turística, sino un viaje al pasado que revive la historia de los presos que habitaron la región.
Claudio De Souza, gerente general desde 2017 y también su primer gerente entre 1994 y 2000, explicó en FM Master’s su origen: «Se formó el 15 de mayo de 1992 por Antonio Enrique Díaz, afectuosamente para mí, Quique Díaz, quien tuvo la loca idea de crear un tren en el fin del mundo para reeditar lo que fue el tránsito de los presos». Inaugurado el 11 de octubre de 1994, el proyecto se consolidó como uno de los pocos trenes turísticos de Argentina, junto a La Trochita y el Tren de las Nubes.
De Souza destacó su meteórica evolución: «Al principio parecía una locura, pero hoy es casi paso obligado para turistas nacionales y extranjeros». Su crecimiento refleja el desarrollo de Ushuaia como destino: «No es solo naturaleza; la historia, desde los pueblos originarios hasta el presidio, nos hace un lugar exótico y atractivo».
Sin embargo, admitió algunos desafíos actuales: «Las condiciones económicas y el tipo de cambio limitan el turismo, pero el Previaje fue clave para reactivar la demanda».
Respecto a la temporada invernal 2025, señaló: «Estamos un 15-20% por debajo del año pasado, pero hay recuperación en vacaciones de julio. La falta de nieve en otros destinos derivó visitas a Ushuaia». En cuanto al perfil de los visitantes, detalló que en abril “el 56% fueron argentinos; en mayo, 70%. Ahora hay equilibrio: 50% nacionales y 50% extranjeros, con fuerte presencia brasileña y latinoamericana».
De Souza recordó que la pandemia marcó un punto de inflexión: «Cerramos en marzo de 2020 con 53 empleados; hoy somos 110 en verano. El Previaje nos oxigenó y generó empleo, no solo para nosotros, sino para hoteles y comercios».
En cuanto a su percepción sobre el futuro, es optimista: «Ushuaia ofrece más que esquí: navegaciones, parques y productos únicos como el tren. Seguimos siendo un imán para quienes buscan historia y naturaleza».
Con una logística invernal compleja, que incluye limpieza de nieve en vías y estaciones, el tren mantiene su operatividad todo el año. «En verano, los cruceros suman, pero el invierno tiene su magia», concluyó Claudio De Souza, reafirmando el rol del Tren del Fin del Mundo como pilar turístico y cultural de Tierra del Fuego.