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Río Grande
4 de febrero de 2025

Un año récord para los hidrocarburos en Argentina

La producción de petróleo y gas en 2024 alcanzó los niveles más altos en más de 15 años, consolidando el crecimiento energético en un contexto de estabilización económica y modernización del sector.

Durante 2024, la producción de hidrocarburos en Argentina marcó un hito al registrar cifras que no se alcanzaban desde principios de los 2000. El petróleo y el gas natural protagonizaron un año histórico que refleja el dinamismo del sector, impulsado por políticas de estímulo y un entorno de mayor apertura. Según datos oficiales, el país produjo 256.268.454 barriles de petróleo, la mayor cifra desde 2003, mientras que la producción de gas alcanzó los 50.726.747 m³, el nivel más alto desde 2006.

En términos diarios, la producción promedio de petróleo durante 2024 fue de 717,1 mil barriles, marcando un crecimiento interanual del 11%. Este crecimiento se acentuó en diciembre, cuando se produjeron 765,6 mil barriles diarios, lo que significó un incremento del 11,5% respecto al mes anterior. Por su parte, el gas natural también mostró cifras en ascenso: en el último mes del año, la producción alcanzó los 124,4 millones de metros cúbicos diarios, un 9% más que en diciembre de 2023.

Un factor clave detrás de estos resultados es el auge del desarrollo no convencional, especialmente en la formación de Vaca Muerta, que consolidó su relevancia en la matriz energética nacional. Este yacimiento produjo el 54,9% del petróleo y el 50,1% del gas del país. En diciembre, Vaca Muerta registró 446,9 mil barriles diarios de crudo, representando un crecimiento interanual del 26,9%.

El marco regulatorio también jugó un papel crucial. La implementación del capítulo de Energía de la Ley Bases sentó las condiciones para alinear los precios locales con los internacionales, garantizar la libertad de exportación y fortalecer la seguridad jurídica. 

Estas medidas buscan promover un entorno transparente y competitivo, atrayendo inversiones tanto nacionales como extranjeras. “Estamos dejando atrás un sistema muy regulado, con fuerte presencia estatal y desincentivos para la exportación, y encauzando a la Argentina en el camino de la libertad y la prosperidad”, expresaron desde el sector energético.

El cambio de paradigma regulatorio apunta a consolidar un modelo más eficiente y sostenible. La liberalización de las exportaciones, acompañada de incentivos para el desarrollo de proyectos, fue decisiva para dinamizar la producción. La estabilidad económica emergente también contribuyó a generar un clima de confianza en un sector que, históricamente, enfrenta desafíos relacionados con la intervención estatal y la volatilidad de precios.

Este repunte energético posiciona a Argentina en un contexto favorable no solo para satisfacer su demanda interna sino también para aumentar su participación en los mercados internacionales de hidrocarburos. Si bien los retos de infraestructura y sostenibilidad persisten, los logros alcanzados en 2024 marcan un punto de inflexión para la industria y el país.

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