Este martes 30 de diciembre vence el plazo de sesiones extraordinarias sin que la Legislatura haya aprobado el Presupuesto 2026. La falta de acuerdos políticos y la ausencia de información completa sobre la ejecución fiscal consolidan un esquema que amplía la discrecionalidad del Poder Ejecutivo.
Este martes 30 de diciembre vence formalmente el período de sesiones extraordinarias y la provincia de Tierra del Fuego cerrará el año legislativo sin haber sancionado la Ley de Presupuesto 2026. La situación obliga al Poder Ejecutivo a iniciar el próximo ejercicio con un presupuesto reconducido, un mecanismo previsto por la normativa vigente, pero que reduce el control parlamentario y amplía el margen de decisión administrativa del Gobierno.
El proyecto de Presupuesto 2026 fue remitido por el Ejecutivo dentro de los plazos constitucionales y presentado ante la Legislatura durante el segundo semestre del año. Sin embargo, pese a su ingreso formal, el texto nunca logró completar el recorrido institucional mínimo: no obtuvo estado parlamentario, no fue dictaminado en comisiones y jamás llegó al recinto para su tratamiento.
Durante noviembre, el Presupuesto volvió al centro del debate político. En ese marco, se planteó expresamente la necesidad de habilitar su tratamiento formal en comisiones para evitar llegar al cierre del año sin una ley sancionada. No obstante, tras esa discusión se realizaron al menos dos sesiones más sin avances, y el tema quedó definitivamente fuera de agenda.
El contraste con el año anterior es claro. En 2024, la Legislatura aprobó el Presupuesto provincial el 12 de diciembre, lo que permitió al Ejecutivo comenzar el ejercicio siguiente con previsibilidad financiera y reglas claras para la ejecución del gasto. En esta oportunidad, ese esquema no se repitió.
Falta de acuerdos y una reconducción funcional
El desenlace actual se explica, principalmente, por la falta de acuerdos políticos en la Legislatura para ordenar la principal herramienta de planificación del Estado. Durante buena parte del año, el Parlamento no logró consensos mínimos para avanzar con una agenda común, y el Presupuesto quedó atrapado en esa lógica de bloqueo
Este escenario se da, además, con información parcial sobre la ejecución del Presupuesto 2025, en un contexto donde el déficit acumulado ya duplica el monto originalmente previsto. La ausencia de datos completos y actualizados no solo dificulta el debate legislativo, sino que debilita las condiciones para un control efectivo del gasto público.
En ese marco, no puede descartarse que la falta de definiciones haya resultado funcional a un esquema de presupuesto reconducido, una modalidad que otorga al Poder Ejecutivo mayor discrecionalidad para reasignar partidas y ejecutar recursos sin una ley aprobada por el Parlamento.
Con el cierre de las extraordinarias sin Presupuesto sancionado, la Legislatura deja al Ejecutivo un mayor margen de maniobra para 2026 y posterga, una vez más, el debate de fondo sobre planificación, control y previsibilidad fiscal en la provincia.
