El presidente Javier Milei reafirmó la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas en la Asamblea General de Naciones Unidas. En su discurso también lanzó fuertes cuestionamientos al funcionamiento de la ONU y propuso una reforma basada en cuatro principios.
Malvinas en la agenda
El mandatario argentino abrió su intervención reafirmando la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas y los espacios marítimos circundantes. Remarcó que se trata de una causa “innegociable” para la Argentina y recordó que el reclamo tiene sustento en la Constitución Nacional y en el derecho internacional.
“A pesar de los 80 años que pasaron desde la creación de la organización, situaciones como estas siguen sin ser resueltas; invitamos al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales, de conformidad con la Resolución 2065 de esta misma Asamblea General”, expresó Milei desde el estrado.
Críticas a la ONU
Tras el mensaje sobre Malvinas, Milei apuntó contra la propia Organización de las Naciones Unidas. Denunció que el organismo se apartó de su misión original —la cooperación entre Estados para garantizar la paz— y se convirtió en una estructura “supranacional” dominada por burócratas.
Según el Presidente, esa evolución derivó en una “hipertrofia administrativa” con agencias y programas superpuestos, que terminan generando ineficiencia y altos costos para los países miembros.
Los cuatro principios de Milei
Como alternativa, el jefe de Estado propuso aplicar la “receta de la motosierra” para simplificar el funcionamiento de la ONU, apoyada en cuatro principios:
- Mandato esencial: que la misión central sea la paz y la seguridad internacional.
- Subsidiariedad internacional: que la ONU intervenga solo cuando el problema supere la capacidad de los Estados.
- Diligencia institucional: auditar programas, eliminar los ineficaces, consolidar agencias y condicionar el financiamiento a resultados.
- Simplicidad normativa: evitar regulaciones que frenen el crecimiento económico, la productividad y el comercio.