Por Fabiana Morúa.- El turismo ha sido una de las áreas que más ha sufrido en este último año y medio, desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, en nuestra Provincia han aplicado varias flexibilizaciones y hace 2 semanas se ha inaugurado la temporada de invierno.
Este medio dialogó con Sabrina Kisman, Licenciada en Turismo y Guía de Turismo en Ushuaia desde el año 1993. “Hay que recordar que la apertura del turismo, con sus respectivas flexibilizaciones, fue a partir de diciembre del año pasado y si bien se sintió movimiento, a partir de mayo volvimos a cierta merma porque, históricamente, es un mes de temporada baja”.
“A partir del 2 de julio, con la apertura oficial de invierno, empezó a ver mucho más movimiento, de a poco se empieza a ver en las calles, en la circulación de turistas en las excursiones tradicionales y en los atractivos como el Parque Nacional Tierra del Fuego o en navegaciones al farol Les Éclaireurs y sin dudas, en la última semana con esta nevada que se estaba esperando, mucha afluencia de esquiadores se ha visto y muchos que han decidido a último momento gracias a que todavía hay alguna disponibilidad en Aerolíneas Argentinas, se decidieron por Ushuaia”; explicó Kisman.
E indicó que “hoy se está funcionando, no a plena capacidad porque aún hay servicios y hoteles que se encuentran cerrados, pero de a poco empiezan a moverse las actividades que, tradicionalmente, han estado ofrecidas a los y las visitantes”.
T.F: Cuales son las expectativas sobre el turismo en la Provincia?
S.K: “Uno trabaja a demanda –en el sector privado- y ahí es donde se ve cuáles son las tendencias que, sin dudas, es a irse recuperando lentamente. Sabemos que el sector hotelero, por lo menos en lo que va de julio indica un 43% de ocupación y que hay buenas peticiones a estas alturas sobre reservas hoteleras para el mes de agosto como para septiembre que no llegan al 40%, pero todavía tenemos tiempo para que la gente decida empezar a viajar”.
“Estamos en vacaciones de invierno, en algunas provincias están comenzando las vacaciones, seguramente estas semanas serán significativas; pero tenemos la suerte de mantener las condiciones de nieve; que Aerolíneas Argentinas acompañe con los vuelos sin ningún tipo de problema y que el estado de situación sanitaria se mantenga estable podría indicar que la gente empiece a tomar confianza. Para la gente de cualquier poder adquisitivo con estas características y no poder viajar al exterior; ayuda a que Ushuaia sea un destino fuertemente posicionado”, afirmó.
Y agregó que “a esto se suma la aprobación de los protocolos para que puedan comenzar a operar los cruceros en el Puerto de Ushuaia, indica una voluntad política de empezar a dirigirnos hacia el turismo extranjero que, sin duda, va de la mano cuando finalmente se produzca el anuncio de que las fronteras de nuestro país se abran”.
“Siempre teniendo en cuenta que el turismo extranjero necesita de unos 2 o 3 meses de tiempo para prever todo lo relacionado con las operaciones turísticas, las ventas, poner a funcionar todo el sistema que no es algo tan sencillo”; aseguró.
La Guía de Turismo detalló que “requiere de previsibilidad y generar confianza de que esa situación no va a cambiar. Por supuesto en un contexto de pandemia que aún sigue, pero que ya hubo meses para poner a prueba los protocolos, poner en funcionamiento todo lo relacionado con las nuevas modalidades: Barbijo, alcohol, sanitización, la ventilación”.
“Sabemos que Tierra del Fuego tiene grandes posibilidades porque la mayoría de sus actividades son al aire libre y eso nos deja bien posicionados; pero todavía queda confiar en que la vacunación avance, que el sector turístico esté vacunado porque ese será uno de los reclamos de los operadores extranjeros para poder generar esa previsibilidad de que este la situación sanitaria controlada”; comentó.
T.F: ¿Los protocolos para recibir al turismo son diferentes de los protocolos ya aprobados para otras actividades?
S.K: “Creo que no han diferido en mucho más allá, quizás, de los aforos, el trabajo con grupos familiares; pero esto ya se ha puesto a prueba en el caso del verano con el transporte, la hotelería, los comercios, la gastronomía; ya ha estado funcionado”.
Por ello, “más allá de los ajustes particulares de cada establecimiento en función de las estructuras o a su equipamiento, no hubo grandes cambios. Por otro lado, lo que tiene que ver con centros invernales, no nos olvidemos que el invierno pasado no hubo turismo nacional y mucho menos extranjero; pero la temporada de invierno funcionó para los locales, lo cual fue una oportunidad para poner a prueba los protocolos que se habían aprobado”.
