La decisión de Chile de suspender las importaciones de productos ganaderos argentinos tras el cambio en las normas sanitarias genera incertidumbre en el sector rural de Tierra del Fuego, donde la genética bovina es clave para la economía local.
La medida adoptada por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile, que dejó sin efecto el estatus sanitario privilegiado de la Patagonia argentina, encendió las alarmas entre los productores fueguinos. Silvia Martínez, propietaria de la estancia Pirinaica -la cabaña Hereford más austral del mundo-, explicó en FM Master’s las consecuencias de esta resolución, que afecta no solo la comercialización de carne, sino también el flujo de genética bovina, un sector en el que Tierra del Fuego había logrado avances significativos.
«Esta medida a nosotros nos preocupa y nos ocupa, no solo a nosotros sino a toda la Patagonia», afirmó Martínez. Recordó que, desde 2008, Chile reconocía a la región como libre de fiebre aftosa sin vacunación, un estatus que permitía exportar sin restricciones. Sin embargo, la reciente resolución 460 del SENASA, que flexibilizó el ingreso de carne con hueso desde otras zonas, motivó la drástica respuesta chilena: «Hoy no se puede enviar nada: ni ovino, ni bovino, ni porcino, ni lácteos».
La productora detalló el esfuerzo realizado para posicionar la genética fueguina en el mercado trasandino: «Hicimos un trabajo enorme para que Chile aceptara reproductores. Nos exigieron certificaciones de aftosa, tuberculosis, brucelosis y hasta lengua azul». Sin embargo, ese camino se truncó. «Había interés de productores chilenos en nuestro material genético, pero ahora todo está frenado», lamentó.
Martínez aclaró que el impacto no es solo económico, sino sanitario. «Si llega a contaminarse la Patagonia, la solución es el rifle sanitario. No es un tema de precios, sino de bioseguridad». Criticó que la medida se tomó «desde un escritorio, sin consultar a los productores», y remarcó que el reclamo no es contra otras regiones, sino por uniformar el estatus sanitario del país: «Deberíamos trabajar para que toda Argentina sea libre de aftosa sin vacunación, pero eso requiere controles reales».
La incertidumbre se extiende también al comercio interno. «Muchos terneros de Tierra del Fuego se engordan en Chubut y luego regresan. No sabemos qué pasará con los traslados», señaló. Además, cuestionó la lógica de importar cortes como el asado con hueso desde Brasil: «Si ese producto no lo mandan a Europa o EE.UU., ¿por qué a nosotros?».
La resolución chilena no solo afecta el presente, sino que pone en jaque proyectos estratégicos, como el centro de genética que Tierra del Fuego impulsaba con el Ministerio de Producción. «El privilegio sanitario era nuestra ventaja. Sin eso, todo se complica», admitió Martínez. Mientras, el sector aguarda definiciones que podrían reconfigurar el mapa productivo patagónico.