El contador y referente industrial Ramón Gallardo explicó que, en un escenario de caída de la actividad y falta de inversiones de gran escala, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones puede atraer capital, diversificar la matriz productiva, fortalecer proveedores locales y generar empleo privado. Advirtió que la provincia debe definir si acompañará antes de que venzan los plazos nacionales.
Atraer capital que la provincia no puede generar internamente
Gallardo recordó que la economía fueguina atraviesa un período de escasez de inversiones y fuerte dependencia del subrégimen industrial. Según explicó, el RIGI ofrece incentivos tributarios, fiscales y aduaneros por 30 años, algo que la provincia no puede otorgar por sí sola. Ese horizonte convierte a Tierra del Fuego en un destino mucho más atractivo para capitales nacionales y extranjeros.
Previsibilidad y seguridad jurídica
El contador subrayó que el régimen nacional brinda estabilidad normativa y protección jurídica por tres décadas, un elemento poco frecuente en la Argentina actual. Para Tierra del Fuego —dijo— esto abre la puerta a inversiones de gran escala, que requieren tiempo y reglas claras para recuperar rentabilidad.
Diversificación de la matriz productiva
Gallardo enfatizó que la matriz productiva fueguina sigue demasiado concentrada en el sector electrónico. El RIGI permitiría atraer proyectos de energía, infraestructura, logística, minería, tecnología o autopartismo, ampliando la base productiva y reduciendo la vulnerabilidad de la provincia frente a cambios globales o decisiones nacionales.
Impulso a proveedores locales
Uno de los puntos clave que destacó Gallardo es que el régimen exige que al menos el 20% de la inversión se ejecute mediante proveedores locales, siempre que cumplan con precio y calidad. Esto abre una oportunidad concreta para que empresas fueguinas crezcan, se tecnifiquen y accedan a nuevas cadenas de valor.
Reactivación del empleo privado
El referente industrial señaló que la caída del consumo y la pérdida de competitividad afectan al empleo industrial. Nuevas inversiones —dijo— permitirían generar trabajo privado registrado, reduciendo la dependencia del Estado y dando aire a la economía local.
Aprovechar infraestructura y capital humano existentes
Gallardo remarcó que Tierra del Fuego cuenta con una capacidad industrial subutilizada, recurso humano calificado y condiciones energéticas competitivas. Sin nuevos proyectos, esa estructura se deteriora; con el RIGI, puede volver a ponerse en marcha.
El tiempo corre: el plazo vence en julio de 2026
“El régimen fue publicado en julio de 2024 y el plazo corre hasta julio de 2026”, recordó. Las provincias que se posicionen primero captarán las inversiones. No decidir —advirtió— sería dejar pasar oportunidades clave para reactivar la economía fueguina.
