La Asociación de Pilotos convocó a asambleas para octubre, lo que generaría trastornos en la operación. El conflicto se centra en la paritaria salarial y en el rechazo a cambios regulatorios en el sector, mientras la empresa apela a la responsabilidad para sostener su recuperación financiera.
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) anunció la implementación de medidas de acción directa en el transcurso del mes de octubre, un paso que anticipa la probable ocurrencia de demoras y cancelaciones de vuelos, afectando a una significativa cantidad de pasajeros.
La decisión gremial responde a un conflicto multifacético con Aerolíneas Argentinas, que incluye la demora en las tratativas paritarias y supuestos incumplimientos del convenio colectivo de trabajo.
En un comunicado oficial, APLA calificó la actitud de la empresa como una “nueva provocación” y advirtió sobre los efectos de un proceso de desregulación en la actividad.
Las medidas concretas consistirán en asambleas programadas en el aeroparque metropolitano: la primera el 9 de octubre entre las 16:00 y las 20:00 horas, y la segunda el 24 del mismo mes, en el horario de 06:00 a 10:00. El sindicato hizo responsable a la compañía de cualquier inconveniente operativo que pudiera derivarse de estas acciones.
Frente a este anuncio, fuentes de Aerolíneas Argentinas sostuvieron que la medida de fuerza busca presionar tanto la discusión salarial como las modificaciones regulatorias.
La empresa destacó que esta situación se produce en un momento en el que ha logrado superar un extenso período de pérdidas operativas y dependencia de aportes estatales, instando a los gremios a actuar con responsabilidad para no comprometer el crecimiento y la positiva evolución de la compañía.
Asimismo, aseguraron que trabajarán para mitigar el impacto de las asambleas en los itinerarios de los pasajeros.
Este no es el primer enfrentamiento del año, ya que anteriormente fueron necesarias conciliaciones obligatorias para evitar un paro, en un contexto donde APLA manifiesta su oposición al Decreto 378/2025, que introduce modificaciones en horarios, descansos y turnos del personal aeronáutico.
Los pilotos argumentan que existe un deterioro tangible en sus condiciones laborales y en aspectos vinculados a la seguridad operacional, atribuyéndolo a una política de “extranjerización y apertura indiscriminada del mercado”.
Recientemente, el gremio señaló que la desregulación ha facilitado la incorporación de más de un centenar de pilotos extranjeros, lo que ha redundado en una reducción de empleos para los profesionales locales y en una disparidad salarial que consideran alarmante, erosionando la profesión en el país.
En un escenario de tensión similar, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llevó a cabo la semana pasada asambleas en 21 aeropuertos, reclamando mejoras salariales y la regularización de contratos ante la ANAC. Alertaron que la seguridad de los vuelos está amenazada debido al incumplimiento de auditorías internacionales por parte del organismo, subrayando la necesidad de reabrir la paritaria sectorial para revertir la crisis y estabilizar la situación del personal con contratos precarios.