El sector de la pesca artesanal en Ushuaia se encuentra al borde de la extinción, según advierten pescadores locales. Carlos Bravo, un experimentado pescador de la zona, compartió por FM Master’s su análisis sobre la compleja realidad que enfrentan.
La falta de oportunidades para los ushuaienses de adquirir pescado fresco, mariscos y bivalvos durante la última Semana Santa ha vuelto a poner de manifiesto la crisis que atraviesa este sector.
«Tenemos tres zonas de pesca», introdujo explicativamente Bravo. «Esto se separa en zona 1 en Ushuaia, zona 2 la parte de Almanza y zona 3 en la parte de Moat, en el canal de Beagle. Básicamente la centolla vive acá enfrente de Ushuaia. Cerca de Almanza hay un poco menos y para el lado de Moat, predomina el cangrejo».
La situación es desesperada para muchos de estos pescadores. De los 18 que solían operar en la región, solo dos siguen en actividad. En este contexto, se han intensificado los llamados para declarar en emergencia al sector. «Sigue la gestión de impulsar esta emergencia que no nos queda cómodo, porque nosotros tenemos que estar pescando», comentó Bravo. «Tenemos personas que hacen nuestra administración de pesca, que se las ha puesto para ese fin».
Una de las preocupaciones principales es la falta de infraestructura y apoyo gubernamental. «Pasaron cuatro años de gobierno, hoy los tenemos de vuelta y no nos pueden explicar por qué no tenemos un muelle, por qué la planta la tiene la Municipalidad de Ushuaia y no ha logrado la puesta en marcha», lamentó al respecto.
La problemática se agrava aún más con la persecución que dicen sufrir los pescadores artesanales, especialmente los de costa. «El robalero, el pescador de costa, ni se habla de ellos, pero tiene un potencial terrible. Es perseguido, le secuestran las redes, en las costas no está permitido ingresar a ciertos lugares, es bastante conflictivo ser robalero».
La temporada de Semana Santa resultó especialmente difícil para estos trabajadores, y frustrante para la población de Ushuaia. «Semana Santa, lamento mucho no poder vender los productos que se pescan en el Canal de Beagle, ya que las políticas no nos favorecen. No podemos vender, no podemos pescar», según indicó.
El cierre del punto de venta del cluster también ha afectado negativamente a los pescadores artesanales. «El punto de venta del cluster también cerrado, sin ninguna clase de convenio», señaló.
La falta de respuestas por parte de las autoridades es otro aspecto que preocupa profundamente a los pescadores. «Quisimos hablar con el gobierno, quisimos hablar con la ministra Fernández, presentamos notas, motorizamos notas, no nos contestó nadie. Es como que no le interesa a nadie», denunció Bravo.
La urgencia de la situación ha llevado a los pescadores a buscar soluciones a través del ámbito legislativo: «Estamos motorizado unas notas, se dio interés parlamentario al pedido de la emergencia. Van a estar todos los actores ahí adelante de los legisladores y les vamos a contar por qué somos dos personas y por qué somos cuatro pescadores los que estamos en una zona tan hermosa como es la centolla».
La carga impositiva es otro obstáculo importante para el desarrollo de la pesca artesanal en la región. «Solamente la vamos a pescar, no la tenemos que sembrar. Es un producto que vive acá, es nuestro y es imposible llevarlo a la mesa en menores valores, porque los impuestos, los gastos, la Prefectura, pesca. Ahora quieren cobrar unos $28.000 por jaula. Ellos son como 60 contra cuatro pescadores. No vamos a poder» afirmó Carlos Bravo.
La falta de reconocimiento de la labor de los pescadores artesanales y la falta de políticas que favorezcan su desarrollo son desafíos cruciales que ellos solicitan que se aborde de manera urgente para evitar la extinción de este tradicional sector en Ushuaia.
