El diputado de La Libertad Avanza atribuyó la acusación de extorsión a una queja personal y la calificó como un intento de afectar la performance de su espacio político antes de los comicios.
El diputado nacional Santiago Pauli, de La Libertad Avanza, se refirió a la acusación pública de un ex militante sobre un presunto cobro coercitivo del ítem de desarraigo, desestimándola como una queja mediática sin sustento legal. Al mismo tiempo, destacó el éxito electoral de su espacio en Tierra del Fuego como un respaldo ciudadano.
En el contexto de un balance positivo tras los comicios, el diputado abordó la denuncia que emergió días antes de los comicios. «Fue una persona que era parte del espacio, que estaba disconforme y que salió en un montón de medios a hablar del tema. No hubo ningún otro tipo de presentación», afirmó Pauli, restándole gravitación al señalar la ausencia de una acción judicial.
Sobre la naturaleza del pago cuestionado, fue enfático: «La realidad es que nunca hubo una obligación. En los audios se puede apreciar que estábamos conversando acerca de un aporte voluntario». Respecto al método elegido por su denunciante, expresó su desacuerdo: «A mí me hubiera gustado hablarlo en privado. Él eligió hacerlo de esa manera, una manera que no comparto, pero bueno, estaba en su derecho».
Consultado sobre la continuidad de la persona en el partido, aclaró: «No ha sido desvinculado. Hace ya un montón de semanas que decidió no participar de las actividades políticas».
Pauli atribuyó el episodio a un descontento personal magnificado en un contexto electoral. «Lamento algunas declaraciones poco afortunadas como que temía por su seguridad, algo totalmente ya en el terreno de la imaginación», manifestó, insistiendo en que el aporte era «totalmente acordado y voluntario» y que la estrategia de difusión pública respondía a una intención de perjudicar la campaña.
Mirando hacia el futuro legislativo, el diputado confirmó que esperan tratar un paquete de reformas clave a partir del 10 de diciembre, cuando cambie la conformación del Congreso, mostrándose optimista por el apoyo demostrado en las urnas.
Santiago Pauli consideró finalmente la acusación como una estrategia mediática sin acciones formales, defendiendo el carácter voluntario del aporte. Y enmarcó el triunfo electoral como un respaldo a la gestión y a la coalición oficialista a nivel nacional.


