En el día jueves, alrededor de las 6, en la sede de calle Sarmiento al 2700, la empresa City Bus fue escenario de un grave hecho de violencia ejecutado por un grupo sindical contra los propios trabajadores de la empresa, en el marco de un reclamo por una recomposición salarial.
Durante el ataque, una patota encabezada por el dirigente de la UTA seccional local, José Zampedri, agredió a un miembro del personal de City Bus “con una sección de madera en el omóplato izquierdo” según reza el parte policial. La intervención policial resultó en la aprehensión de Agustín Zampedri, de 30 años e hijo del gremialista, quien quedó detenido e incomunicado bajo cargos de lesiones.
El incidente dejó tres trabajadores heridos, incluida una mujer identificada como Cintia, con lesiones en las piernas. Juan Carlos Cuenca, representante de la mayoría de los trabajadores de City Bus desafiliados a la UTA, denunció en una entrevista en Radio Fueguina la violencia, destacando que el conflicto surgió luego de que el 90% de los empleados decidieran volver al trabajo tras negociaciones con la empresa y el Ejecutivo municipal.
Cuenca relató cómo Zampedri, junto con seis personas no relacionadas con la empresa ni el sindicato, intentaron bloquear la toma del servicio, lo que desencadenó la violencia. A pesar del acuerdo alcanzado, la patota de la UTA intentó impedir que los trabajadores retomaran sus labores.
La policía, alertada por los trabajadores agredidos, intervino y detuvo al agresor. Cuenca destacó la necesidad de que la empresa resguarde la integridad de los trabajadores y se realicen las denuncias correspondientes.
El incidente subraya las tensiones en torno a las negociaciones salariales y la representación sindical en el sector del transporte en Río Grande.
